Cenar bajo las estrellas

La cúpula del Observatori Fabra chirría de antigua cada vez que tiene que moverse a las órdenes del viejo telescopio de 111 años que esconde. El aparato no puede competir con los telescopios actuales, pero aún funciona perfectamente y se utiliza para la investigación en astrometría.

Según Antonio Bernal, divulgador científico del Observatori Fabra: "Este telescopio, creado en 1904, fue el más grande de toda España. Hoy en día ya no se construyen así sino que los nuevos son de espejos. Aun así, sirve muy bien para observar diferentes planetas, la luna o cuerpos brillantes dentro del sistema solar", explica mientras acaricia el telescopio centenario.

Este aparato es la gran atracción de los ‘Sopars amb estrelles’, una actividad que permite a los ciudadanos disfrutar de una cena con unas vistas privilegiadas, a la vez que aprenden astronomía y observan el cielo.

Durante los postres, un científico les ofrece una charla de unos 30 minutos sobre temas diversos como, por ejemplo, la forma que tenían de navegar los antiguos guiándose por las estrellas o el fenómeno de las lágrimas de San Lorenzo.

"La fusión entre gastronomía y astronomía es ideal, porque a todo el mundo le gusta comer, y es en este momento cuando más apetece que te cuenten historias interesantes sobre las estrellas y el universo", explica Marc Granero, coordinador de eventos del Observatori Fabra.

Una vez terminada la conferencia, los visitantes suben a lo más alto del Observatori para ponerse en la piel de un astrónomo de los de antes, cuando la palabra ergonomía no existía. Para observar las estrellas, los planetas o los astros, hay que adoptar posturas incómodas, ya que estos aparatos no estaban pensados para la comodidad.

‘Sopars amb estrelles’ también ofrece una visita guiada al edificio, incluyendo la sala novecentista y el museo. De todos modos, quien quiera visitar el Observatorio sin cenar también lo puede hacer durante el día.