AUDIENCIA DE BCN

Casi 14 años de cárcel para tres 'ñetas' por agredir a dos rivales

J. G. ALBALAT
BARCELONA

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La Audiencia de Barcelona ha condenado a un total de 13 años y 10 meses de prisión a un dirigente y otros dos miembros de la banda latina Ñetas por pertenecer a un «grupo criminal» e intentar asesinar el 28 de marzo del 2012 a dos integrantes de una banda juvenil rival en la plaza de la  Mare de Déu del Pilar de L'Hospitalet de Llobregat. A un cuarto acusado le ha impuesto siete años y dos meses de prisión. El objetivo era vengar una agresión anterior a uno de sus acólitos. Los imputados se reunieron antes en un parque de Esplugues de Llobregat, cerca del metro de Can Vidalet, para planificar la acción o lo que ellos denominan «caída» (una agresión física concertada contra oponentes).

El dirigente de la banda condenado indicó a cada uno de los componentes del grupo, integrado no solo por adultos, sino también por menores, lo que tenía que hacer: iniciar la agresión, propinar golpes o vigilar.

Los pandilleros se armaron con bates de béisbol, botellas de cristal y palos. A llegar a la plaza de la Mare de Déu del Pilar de L'Hopitalet se taparon los rostros con pañuelos. Allí localizaron a dos menores sentados en un banco, a los que identificaron como miembros de la banda rival  Bloods. Los acusados «decidieron acabar con sus vidas», relata la sentencia de la Sección Novena de la Audiencia de Barcelona.

BOTELLAS Y PALOS / «Mamahuevos, te vamos a pegar», espetó uno de los acusados a la primera víctima con actitud provocadora. Después le abofeteó y los otros tres acusados se abalanzaron sobre el joven. Empezaron a propinarle puñetazos y golpes con un bate de béisbol en el hombro, en las costillas y el estómago. A la vez, le golpearon con una botella grande y vacía de cerveza en el cuello, produciéndole un corte.  Al final,  el agredido logró zafarse, saltó una valla y huyó.

A los pocos minutos, los ñetas pillaron a otra persona, que era menor de edad, e iniciaron «una agresión colectiva encaminada a acabar con su vida», indica el fallo judicial. Le propinaron golpes con cinturones y el bate de béisbol, puñetazos y botellazos en la cabeza, hasta que fueron descubiertos y se dispersaron.