INFORME DE LA OENEGÉ

Cáritas clama por un cambio en las políticas de empleo

El 84% de las personas en edad laboral que atiende la entidad en Barcelona está en el paro

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ROSA MARI SANZ / BARCELONA

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Lo básico para dejar de ser el segundo país en desigualdad de la UE (tras Letonia) es un cambio en el  mercado de trabajo con políticas activas de empleo, pero un empleo "decente y de calidad". Si no varían las condiciones laborales, aumentará irremediablemente la cronificación de la marginación y la exclusión. Lo reivindica Cáritas de Barcelona tras las últimas cifras de la labor de la entidad, que demuestran que, pese a que la recesión se acaba, la crisis parece ir para largo. Un dato lo dice todo: el 84% de las personas en edad laboral que atiende está en el paro, y trabajar no exime de ser pobre.

El nuevo informe de la oenegé de la Iglesia, presentado este jueves en un acto encabezado por el Arzobispo de Barcelona, Joan Josep Omella, y el director de la organización, Salvador Busquets, vuelve a dejar otras cifras desoladoras y no dibujan mejoría. Al contrario. Las personas atendidas cada vez tienen más necesidades, se mantienen las situaciones de pobreza severa y crece la brecha social. 

Para ver los efectos de la coyuntura económica en los últimos tiempos basta con comparar dos años. Desde el 2009, cuando se empezó a notar el embate de la crisis, y hasta el 2015, la cifra de personas atendidas por Cáritas de Barcelona ha aumentado un 35%, y los servicios ofrecidos un 51%. El pasado año se cerró con cerca de 24.000 personas ayudadas (frente a las 17.700 del 2009). Representan casi 12.000 hogares, un 2% más que en el 2014. Este año no parece que vaya a ir mejor. Como ejemplo, en el primer trimestre del 2015 un 34% de las personas atendidas estaba en paro crónico. En el mismo periodo del 2016 lo están un 43%.

Es por eso, insisten los responsables de la entidad, que la principal respuesta para mejorar la situación está en la creación de empleo, "decente y de calidad", y el acompañamiento profesional a aquellos que lo han perdido para recuperar la estabilidad laboral. "Con el inicio de la crisis la receta era austeridad. Ahora nos dicen que la receta para consolidar la salida de la crisis es aumentar la productividad, entendiendo esto como bajar las condiciones de los trabajadores, más inestables y más devaluadas", ha denunciado Busquets.

NECESIDADES BÁSICAS

Los responsables de Cáritas también han incidido en que mientras se recorre el camino para recuperar esa ansiada estabilidad laboral, es necesario cubrir las necesidades básicas de la familias que han quedado desprotegidas. De ahí el retorno en los últimos años a la función asistencialista con la que nació Cáritas hace más de 70 años. En ese contexto, la oenegé ofreció durante el 2015 unos 2,4 millones de euros directamente a unas 5.700 familias para pagar la vivienda, comprar alimentos, apoyo escolar y relacionadas con el ámbito de la salud.

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El informe también traza el principal rostro de la pobreza: es el de una madre sola. En la mitad de los hogares atendidos hay menores, y cerca de 4 de cada 10 está a cargo de una mujer. El 47% de los atendidos tiene nacionalidad española y se ha reducido considerablemente el porcentaje de personas sin papeles. En el 2009 el 55% estaba en situación irregular, y en el 2015 solo un 15%.

PROPUESTAS

Ante este panorama, Cáritas ha esbozado una serie de propuestas para la protección de las personas. Entre ellas, que se garanticen unos ingresos mínimos para que las personas mantenga su dignidad y estabilidad, prioritariamente a familias con hijos menores, aprobar una “verdadera” ley de segunda oportunidad para las familias y la aplicación de la ley 24/2015, paralizada por el Tribunal Constitucional, para garantizar que no haya desahucios ni cortes de suministros. Respecto a este último punto, Busquets ha lamentado que la ley se haya parado por un problema competencial: "Hemos de salvar a las personas, no las competencias. Debe de aplicarse porque es una buena herramienta. No hay nada más duro que no tener claro el futuro si te echan de casa. Con esta ley al menos sabes que hay una alternativa. Ahora el mensaje es que no nos interesa lo que le pase a la persona". 

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