HISTÓRICO CENTRO SOCIAL 'OKUPADO' EN SANTS

Can Vies hace balance a los seis meses del intento de desalojo

Jornada ciudadana de reconstrucción en Can Vies, el pasado 7 de junio.

Jornada ciudadana de reconstrucción en Can Vies, el pasado 7 de junio. / periodico

HELENA LÓPEZ / BARCELONA

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Casi seis meses después de aquel 26 de mayo en el que el intento de desalojo del Centro Social Autogestionado Can Vies desdencadenó una semana de protestas en las calles de la ciudad sin precedentes en la última década, los activistas del histórico edificio okupado -de propiedad municipial-, han presentado este miércoles su proyecto para el espacio, que nunca llegraon a abandonar. En una rueda de prensa frente al centro, en el número 42 de la calle de Jocs Florals, en Sants, los defensores del espacio han explicado que estan muy contentos en cómo avanzan los trabajos de reconstrucción, que están realizando gracias al trabajo voluntario de decenas de vecinos y de una campaña de micromecenaje a través de Verkami en la que lograron reunir 89.760 euros.

Los impulsores de la reconstrucción del espacio aseguran que el proyecto tiene mucha más fuerza ahora que antes del intento de desalojo. "En medio año hemos pasado de tener un espacio lleno de ruinas ha tener un espacio en el que hemos imaginado diferentes proyectos, y poco a poco lo vamos acondicionando para que llegue el día en el que los podamos realizar", han explicado este miércoles. Calculan que ese día puede llegar en un año.

La urbanización del cajón

Tras la semana de disturbios en protesta por el intento de desalojo y de derribo del centro social, el Ayuntamiento de Barcelona, propietario de los terrenos a través de la empesa municipal TMB, paralizó el derribo y ofreció una tregua de 18 meses, el tiempo que calculaban que faltaba para la tercera fase de la urbanización del cajón de Sants, que prevé el derribo de Can Vies para abrir allí una rampa de acceso al cajón. Los activistas de Can Vies insisten en que no es necesario tirar lo que queda del edificio -hay una parte, la más cercana al cajón, que fue derribada aquel 26 de mayo- para urbanizar el cajón. Consideran que es una decisión política y que no es incompatible una cosa con la otra y siguen con su idea de la reconstrucción sin tener en cuenta el calendario de la reforma urbanística prevista. 

Desde el gobierno municipal, dejan el espinoso asunto para el próximo mandato. Por el momento han terminado la reivindicada urbanización de Antoni de Capmany -la calle bajo el cajón que tapa las vías del tren- y ha empezado la transformación de la cubierta del enorme bloque de hormigón en una zona ajardinada, tras un proceso participativo.

El pasado 23 de octubre el primer teniente de alcalde y responsable de Seguridad, Joaquim Forn, explicó en rueda de prensa que la Guardia Urbana ha impuesto una denuncia y ha levantado 13 actas por obras y conciertos sin licencia en el edificio okupado desde su intento de desalojo de mayo. En una comparecencia a instancias del PP y en respuesta a una pregunta del PSC en la Comisión de Seguridad y Movilidad, Forn agregó que desde el desalojo han recibido 38 llamadas vecinales y 34 quejas a través del programa Iris de gestión de avisos, incidencias y reclamaciones. Los promoteres del espacio okupado han respondido este miércoles que su actividad se centra en actividades diurnas, como cinefórums.