Calles y parques de Sant Martí llevan cinco noches a oscuras

Apagón en la calle de Menorca.

Apagón en la calle de Menorca. / periodico

HELENA LÓPEZ / Barcelona

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Apagones en Barcelona. Las calles, plazas y parques de medio Sant Martí llevan a oscuras desde el pasado sábado por la tarde. Cuando cae el sol, poco después de las cinco de la tarde en este gélida época del año, la noche parece comerse el barrio. "No funciona ni una farola, ni una sola. Desde la Rambla de Prim hasta Cantabria y de Concilio de Trento a Andrade. Llevamos cinco días que vamos por la calle a ciegas y nadie hace nada", explicaba ayer Josep, un vecino de la zona.

Este hombre apuntaba que, al llamar a la Guardia Urbana para preguntar por la incidencia, le respondían que no se trataba de ninguna avería sino de un asunto sindical, que eran los trabajadores responsables del mantenimiento los que habían provocado el apagón; extremo que niega Jordi Faulón, secretario general de la sección sindical de CCOO en Imesapi, la empresa subcontratada por el ayuntamiento para ese cometido en la zona afectada, cuya plantilla está en huelga indefinida desde el pasado lunes contra el expediente de regulación de empleo (ERE) anunciado. Ha habido más de 300 incidencias en el alumbrado cuando la media diaria es de 20.

Mientras la media diaria en la ciudad es de entre 15 y 20, según fuentes municipales, durante el fin de semana se registraron 122 llamadas denunciando inicidencias en el sistema; el lunes fueron 265, y el martes, 310, la gran mayoría en Sant Martí. "Lo que yo no entiendo es por qué protestan dejándonos sin luz a nosotros, que somos un barrio obrero, humilde. Que apaguen la calle del alcalde si quieren protestar, o de una zona rica, pero no aquí", prosigue Josep, quien da por buena la versión que le dio la persona que le atendió al teléfono cuando llamó a la policía, versión muy extendida en el vecindario ya que los problemas han empezado precisamente con la huelga: los números en el registro de incidencias hablan solos.

Los vecinos lamentan la sensación de inseguridad. "Te puede pasar cualquier cosa. Esto ya pasa de castaño a oscuro", concluye Josep. La zona en la que vive Josep no es la única a oscuras en el lugar. Mònica vive en la calle de Taulat, y lleva también desde el viernes de la semana pasada jugándose el tipo cada noche para volver a casa. «La calle de Selva de Mar a partir de Llull está absolutamente a oscuras. La gente se espera a que los semáforos se pongan en verde para que pasen los coches y ver algo para poder andar por la calle. Es peligroso. Cualquiera se puede caer», cuenta la joven, quien asegura que la semana pasada los apagones fueron más hacia la zona del Poblenou. De hecho, durante el fin de semana se produjeron apagones en el alumbrado público de varios barrios de los distritos de Sant Martí, Sant Andreu Nou Barris, los puntos en los que trabaja Imesapi.

CUESTIÓN PÚBLICA

CUESTIÓN PÚBLICALa compañía que suministra el servicio de luz, Fecsa-Endesa, asegura no tener "absolutamente nada que ver" con el problema. "El alumbrado público es responsabilidad municipal", insiste un portavoz de Fecsa-Endesa, algo en lo que coinciden los portavoces del municipio, cuyos responsables todavía no han sido capaces de solucionar el problema, lo que tiene a los vecinos afectados más que alterados.

Fuentes municipales aseguran que han elaborado un decreto de medidas extraordinarias dado que la empresa ha incumplido los servicios mínimos y confían en que servirá para ir resolviendo el problema. Las mismas fuentes anuncian que emprenderán las acciones pertinentes contra las personas que se demuestre que han hecho sabotaje.

DOS PERSONAS EN SERVICIOS MÍNIMOS

DOS PERSONAS EN SERVICIOS MÍNIMOSEl portavoz sindical de Imesapi insiste en que ellos no tienen nada que ver con el apagón, pero que es obvio que si el 100% de la plantilla está siguiendo la huelga y los servicios mínimos son solo de dos personas por turno, no se puede atender a la demanda. "El trabajo de 50 personas no lo pueden hacer dos, está claro", apunta el representante de los trabajadores, quien reprocha a la empresa que aplique un ERE mientras el centro de trabajo de Barcelona genera beneficios y al municipio que no se implique.