El Born de 1714...

Ensayo con público del 'Auca del Born' en el antiguo mercado, anoche.

Ensayo con público del 'Auca del Born' en el antiguo mercado, anoche.

CARLES COLS
BARCELONA

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Barcelona emprenderá el próximo lunes la maratoniana conmemoración del Onze de Setembre de 1714. Se estrenará el nuevo Born Centre Cultural con una representación teatral del día a día cotidiano de la Barcelona que abrazó la causa de los austracistas y que terminó desfigurada social y hasta urbanísticamente por la venganza borbónica. Allí, en el yacimiento arqueológico, exhibido como una cicatriz de aquel episodio histórico, un grupo de 28 actores dirigidos por el dramaturgo Jordi Casanovas interpretarán hasta el 28 de septiembre una obra bautizada para la ocasión como Auca del Born, una historia de amor con la guerra como telón de fondo. Se supone así que el lunes dará comienzo un crescendo político y emocional que culminará el 11 de septiembre del 2014 con una magna exhibición catalanista en el Estadi Lluís Companys. No en vano, tal y como puntualizó ayer el comisario del tricentenario, Toni Soler, el propósito de lo programado (con un presupuesto de 2,5 millones de euros) no es solo mostrar la historia de Catalunya, sino «invitar a una reflexión sobre el presente y el futuro».

Desde el punto de vista estrictamente artístico, el Auca del Born es una propuesta interesante, no solo por la solvencia de su director, sino porque el teatro, en este caso la propia escena del crimen, es insólito. El público (la capacidad es de unas 500 personas por representación) estará situado tres metros por encima de los actores, que representarán las 48 piezas en que está dividida el auca allí donde hace 300 años había una parte del barrio de la Ribera desaparecido tras la batalla. Desde que fue descubierto el yacimiento arqueológico cuando allí pretendía edificarse una gran biblioteca, mucho se ha aprendido sobre quiénes eran los vecinos de aquel barrio. Casanovas, cabe imaginar que con un sano propósito de promoción comercial, explicó ayer que la Barcelona previa al Onze de Setembre no solo era una ciudad abierta y muy viva, sino que también era «crápula y descarada», aspectos que se supone que no faltarán en la representación. Y ello, por un precio de solo dos euros, que irán destinados a obras sociales.

«El sitio de Barcelona termina por transformar a los personajes», reveló ayer como mucho Casanovas sobre la trama del Auca del Born. Es una excelente metáfora del efecto catalizador que se supone que pretende en su conjunto el tricentenario que organiza el Ayuntamiento de Barcelona, al que hay que añadir el que con distinto comisario, Miquel Calzada, y con presupuesto propio pero de forma coordinada, organiza la Generalitat.

74 MILLONES / Desde el punto de vista estrictamente ciudadano, el estreno del lunes es el parto de un larguísimo y complejo embarazo urbanístico. Cuando aparecieron bajo el antiguo mercado las casas de la ciudad de hace 300 años la sensibilidad por el pasado era mayor, sin duda, que cuando apenas 10 años antes se construyó el párking del Born, que trituró todo cuanto encontró a su paso. Se decidió esta vez conservar y, sobre todo, musealizar el hallazgo. La reconversión del edificio ha costado 74 millones de euros y pretende ser una nueva Meca de peregrinación cultural y, en menor grado, turística. Las autoridades municipales son muy prudentes a la hora de situar la frontera del éxito, pero darían por bueno que pasaran por ahí 300.000 personas al año como mínimo. El lunes pasarán las primeras 500, con Artur Mas y Xavier Trias al frente.