LA REFORMA DE LA NORMATIVA

Bicicletas como perros

Como con los animales, la ordenanza tendrá moratoria, en este caso para el veto de la acera

C. M. D. / BARCELONA

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La ordenanza, por expreso deseo de Xavier Trias, debe atajar el conflicto existente en las aceras entre peatones y ciclistas. En más de una ocasión, el alcalde ha defendido que la bici «debe competir con el coche, no con el que va a pie». Eso, sin embargo, requiere de una infraestructura, de una red de carriles que garanticen la seguridad del que pedalea.

PUGNA CON EL PEATÓN

Dos años de plazo para bajar a la calzada

La ordenanza vigente dicta que las bicis podrán circular por las aceras con más de cinco metros de ancho que dejen tres metros de espacio libre, esto es, al margen de árboles,  mobiliario urbano y  paradas de bus. Esto veta de facto el uso de los corredores peatonales del Eixample, de 490 centímetros, pero en el momento de redactar la normativa, a mediados de la década pasada, se decidió incluirlas dentro de lo permitido. CiU quiere acabar con esto. En la negociación con el PSC para cerrar el texto se intenta pactar una moratoria, al estilo de lo que se ha hecho con la ordenanza de perros, cuyo punto más novedoso es la obligación de llevarlos siempre atados. No se aplicará hasta dentro de 18 meses, tiempo en el que se espera que Barcelona disponga al menos de un gran pipicán por distrito. Lo mismo pasa con la bici. El concejal de Movilidad, Eduard Freixedes, explica que la idea es dar dos años de margen para que la red ciclista esté completada, de modo que el ciclista no tenga excusas para seguir usando la acera. El socialista David Escudé considera que 24 meses es demasiado. Si es solo una cuestión de medio año arriba o abajo, como parece, el acuerdo está asegurado. En el nuevo texto desaparecen normas absurdas como el veto a circular a menos de un metro de las fachadas, algo difícil de cumplir si no se lleva una cinta métrica.

TURISTAS A PEDALES

Límite a los grupos masivos de forasteros

Las excursiones turísticas en bici son otro de los puntos importantes que intenta regular esta ordenanza que debió presentarse, según se anunció, en febrero del 2013. El ayuntamiento quiere evitar las escenas de grupos masivos de ciclistas más atentos a la arquitectura que a las señales de tráfico y que, más circular, pasean. Falta concretar la cifra, pero no serán más de 15, incluidos los guías, los ciclistas permitidos. Se mantiene la prohibición de circular por los atestados cascos antiguos, sobre todo el de Ciutat Vella.

NO SOLO POR EL LATERAL

Libre elección del carril de circulación

La ordenanza propuesta por CiU elimina la obligación de circular por los carriles más cercanos a la acera, e insta a pedalear «por la parte central del carril». Dota a la bici, en definitiva, de los mismos derechos que el resto de vehículos. El hecho de circular por los laterales pone en riesgo al ciclista, ya que en cualquier momento un coche puede girar de manera inesperada hacia su lado y llevárselo por delante. También se especifica la prohibición de llevar auriculares. Ya se multaba, pero apelando a la distracción al pedalear.