La bicicleta 'guapa' gana adictos en las calles de BCN

La promoción de la bicicleta en una gran ciudad suele tener su origen en las decisiones políticas, pero los resultados no llegan sin una respuesta social posterior. En el caso de Barcelona, donde nadie puede discutir que hoy circulan muchos más ciclistas que hace cuatro años, el discutido Bicing fue el origen de la eclosión del medio. Muchos vieron que era posible pedalear por una capital tomada por el coche y la moto y se acogieron a argumentos como el medio ambiente, el ejercicio físico o la libertad de movimientos. Ahora gana fuerza un nuevo reclamo, quizás más frívolo pero igual de válido: la estética y la elegancia. Antes se trataba de agarrar la mountain bikeque uno tenía en el balcón colgada de un gancho, sin importar que el propio nombre de la cosa generara un irónico oxímoron sobre el asfalto. Ahora se imponen las bicis plegables, las de piñón fijo o las de paseo con manillar alto, posición erguida y sillita para el niño, como las que usan en el norte de Europa desde hace décadas. La biciguapa,como extensión de la personalidad y reflejo de la imagen de su dueño, es un valor en alza.

Miquel Santalices, propietario de la tienda Espai Bici, ha notado un cambio en la actitud de los clientes, aunque admite que la ciudad está «a años luz de otras capitales como Londres o Amsterdam». Entran en su negocio con la idea de comprar «un complemento más de su vida, con la voluntad de que todo el mundo sepa que esa, y no otra, es su bicicleta». «La gente ya no se fija solo en la funcionalidad de la máquina. Antes pedían una bici de montaña y pensaban que así también les iría bien para el fin de semana. Hoy en día preguntan por los colores, los extras, los tipos de asiento... Decides cómo te peinas, qué zapatos o qué móvil llevas, y ahora, también eliges qué bici va mejor con tu persona».

«FEMINIZACIÓN» DEL MEDIO / Diana González, coordinadora del Bicicleta Club de Catalunya, considera que se está produciendo «una cierta feminización de la bici». Consciente de que barre para casa, sonríe y expone su argumento: «en el ciclismo profesional casi no hay mujeres, pero en el mundo de las tendencias, la mayoría son chicas. La unión de ambas cosas ha llevado a muchas barcelonesas a darse cuenta de que puede ser un transporte elegante y estilizado». En las antípodas de esta nueva inquietud por la moda a pedales, González sitúa el Bicing, «un servicio antiestético que convierte a todos los usuarios en personas iguales».

A principios de siglo, Txell Hernández, creadora del blog Cycle Chic Barcelona, sentía mil ojos en la nuca cuando pedaleaba por la ciudad. «Era el desierto, te miraban raro», recuerda. Es de las que otorga al Bicing el mérito de haber impulsado la bici urbana, y vaticina que, «comprobado el gusto por personalizar» la máquina, cada vez serán más «los que empezarán a invertir en una manera de moverse que no es cara si se compara con el coche o la moto».

DEL JOVEN AL EJECUTIVO / En su blog, nacido a finales del 2009, Txell retrata ciclistas elegantes que transitan por las calles de Barcelona. Durante sus paseos ha podido verificar que los extranjeros residentes en Catalunya están más metidos en el mundillo de la bicichic,pero al mismo tiempo ha notado «un interés creciente de los barceloneses de todas las edades, desde el joven estudiante de 20 años hasta el ejecutivo cuarentón».

¿Y cómo empezó esta moda de comprar bicis como si fueran relojes o sombreros? Miquel está convencido de que las Brompton -modelo plegable de fabricación británica- fueron las primeras en ofrecer un elemento diferencial, aunque también se acuerda de las bicicletas de piñón fijo, conocidas comofixed gearofixies para los amigos, y las bicis de paseo tipo holandés, que permiten pedalear en una posición erguida muy cómoda. «El hecho de buscar bicicletas con una estética trabajada ha permitido a los clientes darse cuenta de que la calidad es sinónimo de durabilidad y menor mantenimiento», resume el propietario de Espai Bici, que hasta la semana pasada tenía en su escaparate una bici junto a un maniquí debidamente vestido con la ropa a juego.

UNA MODA CON RIESGOS / Estar a la última en materia ciclista también tiene sus riesgos. Las de piñón fijo, que llegaron a Barcelona en el 2004, requieren cierta destreza que muchos obvian en favor de la belleza simplista de estos hierros. Christian Marín socio de la web enciclika.com admite que el tema se «está yendo un poco de madre» con la cantidad de gente que circula en unafixie«sin tener ni idea». Xavi Paon, joven aunque veteranofixero,cuenta que en el 2009 conocía a todos los que usaban unafixed geary solía saludarles por la calle. Ahora, con más de mil unidades por la ciudad, raro es el día que se cruza con un conocido.

Aunque la estética también promueve la bici, sigue valiendo lamountain bike, la que uno tiene en casa de toda la vida y usa porque va la mar de bien aunque no sea de revista. No hay que crear bandos ni separar a los elegantes de los prácticos; solo se trata de buscar excusas para que Barcelona sea más de la bici.