Berlín también pone coto al alquiler de pisos turísticos

Los propietarios que quieran arrendar su piso completo a turistas deberán contar con una licencia del ayuntamiento

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CALES PLANAS BOU / BERLÍN

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Berlín quiere poner punto y final a la especulación del mercado inmobiliario. Para ello el gobierno de la capital alemana ha decidido, en una decisión aprobada en el Senado estatal, que a partir del próximo 1 de mayo los habitantes que quieran poner en alquiler su piso por periodos de corta duración a través de plataformas como la popular Airbnb deberán contar antes con un permiso oficial para poder operar en la ciudad. Los que sigan alquilando su inmueble a terceros sin la aprobación gubernamental se enfrentarán a una multa de hasta 100.000 euros.

Con esta medida, las autoridades berlinesas pretenden evitar la creciente especulación en la capital. Muchos propietarios prefieren reservar sus pisos completos para turistas, mucho más abiertos a pagar grandes cantidades de dinero para una estancia corta y por tanto más económicamente rentable, que destinarla a los locales. “En algunos inmuebles hay más turistas que inquilinos”, ha denunciado Engelbert Daldrup, secretario de Vivienda de la capital.

LA SENDA DE BARCELONA

Así Berlín se une a otras grandes capitales como Barcelona, París y Londres que se han encontrado con problemas para gestionar el creciente número de pisos particulares de alquiler y que han optado por regular esa práctica a través de permisos oficiales. A pesar de que a partir de ahora será obligatorio tener una licencia para alquilar un piso completo, seguirá siendo posible alquilar habitaciones individuales. El gobierno municipal pondrá a disposición de los ciudadanos un mecanismo 'online' para que puedan denunciar si alguno de sus vecinos mantiene los subarrendamientos.

Airbnb ha reaccionado retirando de su portal miles de los considerados ‘pisos de vacaciones’, los apartamentos que se alquilan completamente a turistas, para evitar así ser penalizada a partir de este próximo domingo. La medida gubernamental llega pocos días antes de que finalice el período de dos años de transición para establecer una ley que regule el alquiler a corto plazo de pisos. Se apunta a que más de 6.300 propietarios ya han solicitado un permiso al ayuntamiento.

PISOS CADA VEZ MÁS CAROS

Esta práctica tiene un fuerte impacto negativo en el mercado inmobiliario de Berlín, donde ha contribuido al constante aumento de precios que ha sufrido la capital en los últimos años. La importante tradición de alquiler que hay en la ciudad, donde el 85% de los habitantes utiliza este régimen, ha impulsado a las autoridades a tomar medidas para restringir el uso del alquiler de pisos a corta duración.

Pero los habitantes de la capital no son los únicos perjudicados. En Berlín hay aproximadamente 24.000 pisos disponibles para los turistas, de los que 16.000 se concentran en Airbnb. Eso ha afectado a la cuota de mercado de un sector hotelero y de las asociaciones de propietarios, que ahora han celebrado la medida.

MERCADO INMOBILIARIO

Berlín es un mercado inmobiliario especialmente joven, tenso y complejo. La capital alemana sigue siendo una ciudad relativamente económica, ya que no se encuentra ni entre las diez localidades más caras del país. Aún así, el precio de la vivienda se ha disparado a uno de los mayores ritmos del continente. Del 2013 al 2014 se incrementó más de un 9%, una situación que se debe según los expertos a la llegada anual de casi 40.000 personas y la especulación efectuada por algunos propietarios, ya sea a través de plataformas como Airbnb o por alquiler tradicional.

Si a esto se le suma que desde el inicio de la crisis financiera del 2008, Alemania ha sufrido un aumento de los precios superior al de los salarios, se convierte en un problema que las autoridades deben gestionar para que Berlín no se convierta en una capital de lujo que margine a las riendas bajas.