polémica POR LA DECORACIÓN NAVIDEÑA

BCN retrasa diez días la campaña de Navidad y subleva al comercio

El taller Ximénez, donde preparan luces para BCN, en Sant Andreu de la Barca, ayer.

El taller Ximénez, donde preparan luces para BCN, en Sant Andreu de la Barca, ayer.

PATRICIA CASTÁN / BARCELONA

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La Navidad comercial, la que se inicia en cuanto las calles se inundan de luces, comenzará este año 10 días más tarde en Barcelona. En su pretendido giro hacia al consumo responsable y descentralizado, el equipo de gobierno de Ada Colau ha recortado los 47 días de campaña del año pasado con el fin de ahorrar un 20% de energía. La noticia ha sublevado al comercio local, que en algunas zonas exige una rectificación para evitar que el fin de semana del black Friday (viernes de descuentos, el 27 de noviembre) quede fuera del periodo navideño.

La nueva filosofía del ayuntamiento ya levantó críticas entre los comerciantes, como avanzó EL PERIÓDICO los días 22 y 23 de septiembre. El consistorio les había anunciado que no se crecería en nuevas calles engalanadas, ni en horas de luz. Es más, la campaña sería algo más corta que hace un año, cuando se activó el 21 de noviembre. En esa ocasión el área municipal de Comercio planteó la opción de un mes antes de Navidad, lo que ya generó las primeras quejas, porque suponía una marcha atrás. Pero lo que no esperaban los comerciantes es que el asunto se retrasase hasta el 1 de diciembre.

El primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, defendió ayer que el ayuntamiento mantiene la extensión física (111 kilómetros) y los recursos económicos, pero da un paso hacia un nuevo modelo más descentralizado. Con la iluminación ya encargada desde todos los ejes, ha sido casi imperativo mantener el operativo que se sufraga al 50% entre vendedores y ayuntamiento. En concreto, Sant Jaume aporta 850.000 euros a tal efecto. Como novedad se agregan otros 160.000 divididos entre los distritos para potenciar actividades más repartidas por la ciudad y «vincular comercio y ciudadanía», según precisó el comisionado de Comercio, Miquel Ortega. Desde yincanas a actividades promocionales.

NUEVA ETAPA / Tras el anuncio del pasado verano de que la pista de hielo navideña de la plaza de Catalunya se daba por finiquitada, Ortega explicó ayer que el relevo lo dará una muestra de comercio responsable y actividades para todos los públicos en pleno centro de Barcelona.

Enfatizó que reducir el calendario de iluminación navideña supondrá un ahorro energético del 20% y «un mejor ajuste al calendario festivo». Más allá de lo ecológico, palpita un deseo de promover una Navidad menos focalizada en la parafernalia ornamental que impulsa la venta masiva. Cara al futuro, se profundizará en este modelo, que de momento ha aparcado la ampliación de ornamentación prevista este año para las calles de Muntaner y la Via Laietana, al no contar con subvención plena como estaba previsto por el gobierno de Trias.

INDIGNACIÓN / Los dos sectores del comercio -divididos en los últimos años por ser favorables o no a la apertura de tiendas en zonas turísticas los domingos- coincidieron ayer en sus críticas. Desde la Fundació Barcelona Comerç, que aglutina a 16 ejes de barrio con los que se acaba de firmar un convenio de ayudas económicas, la fecha elegida para abrir la campaña navideña es demasiado tardía. Vicenç Gasca, su presidente, manifestó a Ortega hace unos días que preferían un recorte de jornadas que de horario, pero esperaban que el tijeretazo no llegará más allá del 27 de noviembre. Ahora piden un ajuste diario de 10 o 20 minutos que compense el gasto con tal de poder incorporar el fin de semana del 27 al 29, que dispara las ventas prenavideñas por las ofertas del llamado black friday.

En Barcelona Oberta, que alinea a los ejes turísticos, defendían la apertura de luces el día 20, para ir en consonancia con el periodo récord del año pasado. Tal es su indignación que ayer reclamaron una «rectificación» para que al menos se traslade al día 27 con el mismo fin. Su presidente, Gabriel Jené, lamenta que la campaña pierda dos fines de semana clave de ventas. «Estamos en desacuerdo absoluto, y pedimos más diálogo y consenso a la hora de estas decisiones tan importantes», señaló, enojado al tener que enterarse de la fecha elegida por la prensa.

El mismo malestar alcanzó a la Confederació de Comerc de Catalunya. Miquel Àngel Fraile destacó que el objetivo de sostenibilidad era razonable, pero el recorte se excede de lo previsto. «No se puede gobernar una ciudad con el 15% de apoyo popular y sin tener en cuenta al resto de partidos, que sí están a favor de las luces de Navidad», dijo.