CHEQUEO AL CENTRO DE LA CIUDAD

La BCN más turística dribla el monocultivo comercial

PATRICIA CASTÁN
BARCELONA

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Contador en mano, las principales arterias comerciales más turísticas de Barcelona aún mantienen, en conjunto, una mezcla de oferta que de momento las aleja del temible monopolio de actividades que puede implicar una gran afluencia de público foráneo. Algunas de las 20 calles de tiendas con más trajín turístico han tendido a cierta especialidad comercial, pero sin desviarse en exceso de la media de la ciudad. Es la conclusión de una radiografía pormenorizada realizada por el observatorio económico urbano Eixos, donde se contabiliza tanto la oferta global de la capital catalana como el caso concreto de sus núcleos más internacionales. Y aunque bares, restaurantes y hoteles -los negocios más recurrentes vinculados al viajero- representan en total el 25,1% de las opciones en dichas zonas, no son el sector estrella. El de equipamiento personal (moda y complementos) se lleva la palma. Eso sí, el comercio cotidiano de alimentación representa solo la mitad (7,6%) que en el resto de la urbe.

La consultora escrutó primero la situación de toda Barcelona, donde el 83% de los locales comerciales estaban operativos en el 2014, como ya informó este diario. Pero posteriormente ha comparado los datos generales con la foto fija de los ejes turísticos, para analizar si la oferta se ha visto muy alterada por la gran afluencia de visitantes de paso. Obviamente, hay casos de evidente tendencia al monocultivo, como la Rambla (con un centenar de negocios gastronómicos y una cuarentena de alojamientos, según datos municipales), aunque aquí se trata de revertir la situación con un plan de usos que impide nuevas aperturas y prima otros negocios. Pero en otras vías, cuyas rutas de 'shopping' se suelen complementar entre sí, la especialización se percibe sin llegar a la tematización. Es el caso de la oferta de decoración y hogar en la Diagonal, o de zapatos en Portaferrissa, moda en Portal de l'Àngel, joyerías en Boqueria... Entre las conclusiones del informe se argumenta que la "aglomeración de una misma tipología" permite comparar y "genera una mejor decisión de compra que incrementa el atractivo de esas áreas para los consumidores". Siempre y cuando no sean únicas, y no apunten por ejemplo a la colonización turística, que ahuyenta al barcelonés.

Calles a examen

Del conjunto de los ejes de tiendas más turísticos (integrados en la unión de ejes comerciales turísticos de Barcelona, Barcelona Oberta) se ha contabilizado al detalle la oferta de 20 calles más características y concurridas por el viajero, ya que algunos ejes son muy amplios y dispares. Con datos del año pasado (previos a la reforma de la Diagonal), esos epicentros de la compra sumaban 2.510 locales comerciales, de los que 2.279 estaban ocupados. Es decir, casi un 91% del total, más de siete puntos por encima del resto de la metrópolis. Pero para el analista y consejero delegado de Eixos, David Nogué, esta lógica mayor ocupación de establecimientos «no es exagerada respecto a los distritos» y demuestra que el sector es vigoroso en toda la ciudad pese a las huellas de la crisis.

Del volumen comercial de la veintena de calles, la proporción más rotunda la aporta el equipamiento personal (28,6%), mientras que en el resto de la ciudad apenas supone el 13%. La hotelería y restauración ocupa uno de cada cuatro locales, aunque en la media de la ciudad es de uno de cada cinco. Y también pesan los servicios comerciales (21,4%, desde peluquerías a bancos o centros médicos), aunque menos que en el resto de la trama urbana, donde alcanzan el 31,3% en este caso. La alimentación cotidiana tiene la mitad de peso en las calles turísticas que en el resto (no compensa los altos costes de alquileres) y la cultura y el ocio también es algo menor en las zonas de oro. En conjunto, no hay grandes desequilibrios territoriales, como sí sucede en ciudades con menos peso del comercio tradicional de barrio.

Por subsectores, la ropa y complementos representan 390 establecimientos en esa gran ruta del shopping turístico, seguida por 185 bares, 164 restaurantes, 150 bancos, 89 hoteles, 86 servicios profesionales, 83 zapaterías...

Cerca de 10.000 empleos

El estudio alude a la variedad de sectores (que no de marcas) y también al éxito de ocupación. Siendo muy alta en todas las calles analizadas, la Diagonal quedaba a la cola en el 2014, inmersa entonces en su renovación, una situación que ahora se está normalizando hacia la plena ocupación. Pero el resto mantiene porcentajes más estables, con lleno en calles como Argenteria, Rec, Boqueria y las plazas de la Universitat y Catalunya, y altísimas cuotas en el resto. Solo Comerç (79%) quedaba algo descolgada. En global, la veintena de arterias dan trabajo a unas 10.000 personas.