POLÉMICA DENUNCIA DURANTE UNA ACCIÓN REIVINDICATIVA

BCN estudia el recurso de la multa al 'abuelo manifestante'

Sobre estas líneas, Pere Cuadrado, de 67 años, en la concentración en la jornada de protesta feminista el miércoles. A la derecha, en la Ciutat de la Justícia, en junio del 2013.

Sobre estas líneas, Pere Cuadrado, de 67 años, en la concentración en la jornada de protesta feminista el miércoles. A la derecha, en la Ciutat de la Justícia, en junio del 2013.

HELENA LÓPEZ / BARCELONA

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Pere Cuadrado es un activista barcelonés de 67 años que no se pierde una manifestación siempre que considere que la causa es justa, como informó ayer este diario. Un indignado convencido y militante, uno de los abuelos del 15-M. El pasado 24 de julio estuvo, como siempre, en la concentración convocada por la PAH frente al distrito de Sants tras el cuarto intento de desahucio de una familia con tres hijos en la Zona Fraca. Por las molestias causadas al vecindario gritando consignas reivindicativas y por no obedecer a los agentes -según relata la denuncia- fue multado con 3.000 eurosmulta que ha recurrido. El recurso está ahora pendiente de resolución por parte de las instancias municipales, ya que el órgano competente para este tipo de sanciones -se trata de una infracción de la ordenanza del civismo- es el concejal del distrito.

En caso de que el recurso no sea admitido por el concejal de SantsJordi Martí, Cuadrado podrá presentarlo ante el tribunal de lo contencioso administrativo para ser revisado por las autoridades judiciales.

La denuncia por la que este pensionista ha sido condenado a pagar 3.000 euros fue impuesta por un agente de la Guardia Urbana, que le impuso una doble multa: «Por las molestias causadas al vecindario durante dos o tres horas durante la protesta» y «por incumplir órdenes o requerimientos formulados por los agentes». «Fue advertido en dos ocasiones porque estaba molestando con un aparato amplificador con una actitud provocadora delante de los agentes. El sonido del aparto era tan fuerte que generó molestias a las personas que trabajaban en aquellos momentos en la OAC, en los bajos del edificio, y a los usuarios de este servicio», aseguran fuentes del distrito de Sants.

Activista convencido

Cuadrado argumenta que se trataba de una concentración con un objetivo justo -un alquiler social para una familia de la Zona Franca tras el cuarto intento de desahucio, algo que se logró, por lo que no se arrepiente de la acción- y que ese «amplificador de gran potencia» era un megáfono clásico. Sobre el incumplimiento de las órdenes de los agentes invitándole a abandonar los cánticos, reconoce su desobediencia e insiste en que lo volvería a hacer. Mientras Cuadrado y algunas decenas de activistas protestaban en la puerta del distrito, otro grupo de lo hacía dentro del edificio, donde negociaron con los responsables locales y lograron un acuerdo para que esta familia tuviera un hogar asegurado.

Cuadrado fue uno de los impulsores del grupo de personas mayores de la acampada del 15-M en la plaza de Catalunya, y desde entonces ha acudido a todas las acciones del colectivo que ha podido. Contra los CIES, contra los recortes, por la educación, a las concentraciones de apoyo a los huelguistas de Panrico, contra los recortes de pensiones. «Siempre que me llaman, allí estoy», concluye con una sonrisa.