BCN clausura en 6 días más pisos que en 4 años

El estallido de no pocos vecinos de la Barceloneta contra los excesos del turismo, al que en la manifestación del sábado pasado se sumaron barceloneses de otros barrios con alta concentración de visitantes, entra en la fase política. Una comisión extraordinaria que se celebrará mañana en el ayuntamiento abordará un único punto: cómo los forasteros afectan a la vida cotidiana del ciudadano. Sobre la mesa, un informe elaborado por el gobierno de CiU que detalla que en los últimos cuatro años se han dictado 48 órdenes de cierre de pisos turísticos. Sorprende el dato, pues en la Barceloneta, en solo seis días, se han impulsado 47 expedientes de cese que afectan a 58 apartamentos. El documento también admite extremos como este: «La dificultad de muchos barceloneses de reconocerse en esta nueva etapa puede estar en la base de algunas actitudes contrarias al turismo». Una actividad económica y un nuevo modelo de ciudad, pues, que se dejan por el camino al que no se adapta.

A petición del PSC, la comisión versará sobre un tema muy viciado por la cercanía electoral. Reciente la imagen de esos jóvenes desnudos comprando víveres en un súper cercano a las playas, el equipo de Xavier Trias defenderá, a través de este documento de 18 páginas, las bondades del turismo, las acciones que lleva a cabo para regularlo y controlarlo y las inspecciones impulsadas en los últimos años para que los apartamentos por días no se escapen al control administrativo. Sobre este último punto, el informe señala que en los últimos siete años se han realizado 4.050 inspecciones en viviendas de uso turístico, y que en el 48% de los casos (1.952) se abrieron expedientes. Eso no significa que la actividad cesara, pues la mayoría de los casos se archivaron. Desde el 2011, de hecho, solo se han dado de baja 48 de estos apartamentos.

Los controles realizados entre el 25 y el 31 de agosto en la Barceloneta dejaron un reguero de 47 órdenes de cese que afectan a 58 viviendas ilegales, de las que 14 ya se han hecho efectivas. En resumidas cuentas, en cuatro años se ha logrado menos que en unos pocos días de guardia en el barrio marinero, donde el malestar vecinal ha encendido las alarmas municipales a pocos meses de las elecciones. La semana pasada se inspeccionaron 454 pisos, de los cuales 94 (20,7%) estaban al margen de la ley. En breve, todos seguirán la misma senda y serán clausurados.

POCAS RECLAMACIONES / El informe elaborado por el gobierno municipal de CiU señala que la persecución de esta actividad irregular está muy por encima de la demanda, entendiendo por demanda las quejas recibidas por la Guardia Urbana. Mientras las inspecciones desde el 2007 han sido 4.050 (Ciutat Vella se lleva la palma con 2.963), las reclamaciones  y denuncias han sido solo 461. Los vecinos de la Barceloneta sublevados ya denunciaron que la fórmula de la denuncia es disuasoria para muchas personas. El documento admite la necesidad de descentralizar el turismo para evitar la saturación del centro y avanza la intención del ayuntamiento de limitar el acceso de autocares al centro, como ya se hace en la Sagrada Família y el parque Güell. El objetivo es sobre todo pacificar Via Laietana, creando zonas de aparcamiento en los límites de Ciutat Vella.