BCN se adhiere a la hacienda propia catalana

CiU, ERC e ICV votan a favor de pagar los impuestos en Catalunya

CARLOS MÁRQUEZ DANIEL / Barcelona

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El pleno del Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado este viernes una proposición de ERC para que la ciudad establezca una convenio de colaboración en el ámbito tributario entre el consistorio y la Generalitat. En la práctica, lo que buscaba el independentista Jordi Portabella era que el de la capital catalana sea el primer ayuntamiento en sumarse a la Hacienda propia que el Govern y las cuatro diputaciones pusieron en marcha el 20 de febrero. El objetivo de este organismo es recaudar y gestionar todos los impuestos que se generan en Catalunya.

La proposición ha requerido del voto nominal, solicitado por ERC, y ha pasado el corte con 19 votos a favor de los concejales de ERC, CiU e ICV-EUiA, 11 abstenciones de los ediles socialistas y 9 votos en contra de la bancada popular. Portabella esperaba que el líder del PSC, Jordi Martí, votara a favor de la medida, algo que finalmente no se ha producido.

Desde el 20 de febrero, los ciudadanos pueden gestionar los tributos que gestionan las diputaciones y la Generalitat en 53 oficinas habilitadas, que se irán ampliado hasta alcanzar la cifra de 200.

Portabella ha definido el acuerdo como "un paso fundamental para construir un nuevo país". Joan Trullén (PSC) ha justificado la abstención asegurando que no existen todavía todos los elementos necearios para contar con Hacienda propia, y que las decisiones "deben tomarse sobre la realidad, no basándose en hipótesis". Alberto Fernández Díaz (PP) ha lamentado que ERC ponga "Barcelona al servicio de la independencia" y ha instado a "la colaboración entre todas las administraciones, Gobierno central, Generalitat y ayuntamientos". Janet Sanz (ICV) ha ligado la medida a la lucha contra el fraude y ha puesto el acento en la necesidad de incrementar el control de las grandes fortunas. La segunda teniente de alcalde, Sònia Recasens, ha argumentado el voto afirmativo de CiU apelando también a la lucha contra el fraude fiscal y la voluntad municipal de lograr mayor "eficiencia y eficacia" en la gestión de los tributos de los barceloneses.

La ventanilla única catalana permite administrar los impuestos locales, los de la Generalitat y los cedidos por el Estado, pero no aquellos que son de titularidad estatal.