HISTORIA DE UNA REIVINDICACIÓN

30 años al raso

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icoy33675496 segundo cinturon de barcelona foto archivo san160426191445 / periodico

CARLOS MÁRQUEZ DANIEL / BARCELONA

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Es una arteria vital de la red viaria de Barcelona, pero también es una cicatriz urbanística que impide conectar los barrios e integrar mejor la montaña en la ciudad. Esto, en Horta, fue un paseo. De hecho, paseo de la Vall d'Hebron era el nombre original. Con la llegada de los Juegos del 92, la capital catalana necesitó mejorar sus comunicaciones terrestres. Los vecinos lo entendieron. De no haberlo hecho, la marea olímpica tampoco les habría dado mucho margen de diálogo. Hoy, casi tres décadas después de la construcción de la Ronda de Dalt, los barrios de Horta-Guinardó, donde la vía transcurre al raso, siguen en su lucha por recuperar algo de aquel paseo.

Lluís Cairell, presidente de la asociación de vecinos de la Teixonera, recuerda los fines de semana anteriores a la ronda y el segundo cinturón, nombre que el 'porciolismo' dio a la carretera de Montbau a Valldaura. "Era una carretera de vía única. Todo lo demás era un paseo [asilvestrado] que los vecinos usábamos mucho para andar, pasear con los niños, sacar al perro. Recuerdo incluso jugar a fútbol". Hoy nadie se atrevería a jugar un partidito entre las plazas de Alfonso Comín y de Karl Marx. Sí se puede en los tramos de Nou Barris cubiertos. En abril del 2007, los vecinos de este combativo distrito salieron a la calle para festejar una cobertura que ponía fin a la separación de los barrios de la Guineueta y Canyelles. Fueron cuatro años de trabajo con una inversión de 18,4 millones de euros. Pero no fue una empresa fácil, ya que protagonizaron años de manifestacionesmovilizacionescortes de la ronda. Lo que fuera necesario para llamar la atención de la cosa pública. Y les salió bien, aunque todavía quedan en el distrito tramos descubiertos.

DEL CALOR AL FRÍO

"La reivindicación en Horta-Guinardó ha sido más intermitente. Se ha enfriado, se ha vuelto a calentar..., pero llevamos casi tres décadas pidiéndola y con el tiempo nos hemos dado cuenta de que todos nos han mentido de un modo u otro", señala Cairell. Xavier Trias ya lo propuso en las elecciones del 2007. El coste por aquel entonces, e incluía tapar tanto la Ronda de Dalt como la Litoral, se calculó en 90 millones de euros. El año pasado, solo para los pedazos de Horta-Guinardó, se habló de 400. En el 2008 el proyecto se aprobó en la comisión de Urbanismo. Incluso se hicieron algunos estudios previos. Pero nada.

Ese mismo año, tras los movimientos del consistorio en favor de la cobertura, los vecinos del distrito hacían oír su voz. El entonces presidente de la asociación de vecinos de la Vall d'Hebron, Manuel Bello, explicaba que el ruido era el principal motivo para emprender la obra. Explicaba que el ayuntamiento había tomado algunas medidas para reducir las molestias, pero que no habían sido suficientes y que la única salida era tapar la arteria. "La ronda ha partido los barrios", añadía este líder vecinal. 

CiU y el PP recuperaron el asunto para las municipales del 2011. Fue entonces, ya como alcalde, cuando les vecinos le pasaron la cartilla y se inició la negociación que, al parecer, ahora amenaza con quedar en saco roto. Cairell asegura que tanto el gobierno de Maragall como la Generalitat de Pujol prometieron al barrio a finales de los 80 que se acabaría cubriendo la ronda, que era algo que se dejaba para más adelante porque era urgente tenerlo todo listo para los Juegos del 92. Se lo creyeron. Ahora ya no se creen nada.