BCN segregará el discutido carril bici de la nueva Diagonal

Vía libre para que CiU y PSC pacten la modificación de la ordenanza de circulación en aquellos puntos que hacen referencia a la bicicleta. Todo parecía indicar que el mandato acabaría sin que se tocara una sola coma del documento tras la negativa del PP a negociar. Pero no. Se hará a través de una carambola política: el gobierno municipal acepta segregar el carril bici de la Diagonal a petición de los socialistas, y estos últimos se prestan a acordar una nueva normativa. Lo que en palabras de Artur Mas vendría a ser un win-win (ganan unos y otros).

Sucederá hoy en la comisión de Seguridad y Movilidad gracias al entendimiento de dos concejales adscritos a Sant Martí: Eduard Freixedes, responsable municipal de Movilidad, y el socialista David Escudé. Si nada lo impide, se aprobará una proposición que insta al ayuntamiento a segregar a los ciclistas que circulen por los nuevos laterales de la Diagonal, entre Francesc Macià y el paseo de Gràcia, donde el vial para las bicis es mucho más estrecho de lo recomendable, sobre todo cuando coincide con una parada de autobús, tal y como este diario ya evidenció hace algunas semanas.

Los nacionalistas, avanzaba ayer Freixedes, votarán a favor, con la condición, y así constará por escrito, de que sea el grupo de la bici, formado por las entidades del sector, quien decida cuál es la mejor fórmula para dotar al colectivo de mayor seguridad. «No queremos tirarnos la bici por la cabeza como elemento político», detallaba ayer Escudé, que coincide al 100% en que deben ser los expertos los que dictaminen la mejor manera de ordenar las bicis en uno de los ejes más usados de la capital catalana. Su jefe de filas y candidato a la alcaldía, Jaume Collboni, recordaba que el futuro de la bicicleta «pasa por poder circular con seguridad», y garantizar precisamente eso, que el ciclista esté protegido, es lo que hace que la mejora en la Diagonal «sea condición indispensable para poder comenzar a hablar de la ordenanza de la bicicleta».

Basta con pasar un rato en la avenida para darse cuenta de la urgencia de la medida. A pesar de disponer de un solo carril, el lateral registra un volumen de tráfico muy elevado y constante, con lo que el ciclista, que antes batallaba en las ramblas centrales con el peatón, traslada su conflicto al asfalto, con los vehículos, multiplicando las posibilidades de lesión en caso de impacto. El Bicicleta Club de Catalunya (BACC) reclamó bandas rugosas, pero una vez comprobado el aspecto final del diseño, y confirmada la tacañería del carril bici, urge alguna medida más para que conductores y motoristas tengan claro que ahí no deben entrar. Podría optarse por la pieza de caucho en forma de barra de pan, pero eso tiene dos riesgos: primero, el carril de coches es estrecho y alguno podría pisar el plástico y accidentarse, y segundo, muchos peatones que cruzan a la brava por cualquier punto de la Diagonal podrían tropezar. Es el elemento más seguro para el ciclista, el preferido por casi el 90% de los usuarios, según una encuesta del BACC, pero está claro que tiene sus inconvenientes.

Baliza plástica

Otra opción es instalar en todos los cruces una baliza fina de plástico resistente, que por las noches puede iluminarse, como la que ya marca la senda en los cuatro cruces de Diagonal con Girona. Este mástil de metro y medio deja claro que lo que está por detrás es terreno ciclista, pero eso sí, entre uno y otro, en ese mundo entre manzanas, no habría piezas físicas segregadoras.

Este elemento, junto con las bandas rugosas, parece ser la opción con más posibilidades. En cualquier caso, serán los que saben de verdad los que decidan cómo muscular la seguridad de los ciclistas en uno de los pasillos fundamentales de la red de carriles bici de Barcelona. Lo que sí queda en el terreno político es la modificación de la ordenanza de la bicicleta que ya se ha ido negociando de manera informal entre CiU y PSC, entre Freixedes y Escudé.