Barcelona revisará sus protocolos para vetar los rodajes porno en las calles de la ciudad
De vez en cuando, alguien se topa con una escena de sexo en la calle o en espacios concurridos de Barcelona, la graba con su móvil y la difunde, y se genera cierto escándalo, como pasó en abril pasado cuando una pareja copuló en la parada de metro de Liceu ante los viajeros que esperaban en el suburbano. Pero estas prácticas sexuales presuntamente espontáneas, a menudo protagonizadas por prostitutas y clientes, no constituyen las únicas escenas de ese tipo que se ven en la ciudad. Como avanzó este diario en abril, los rodajes porno en las calles de Barcelona han sido una constante relativa en los últimos años.
Mujeres esposadas y azotadas, paseadas como esclavas por la Rambla, bajando semidesnudas por las escaleras de la Catedral, entre turistas que las fotografían. Escenas detrás de las que está una productora californiana, Kink, una de las mayores productoras y distribuidoras de porno extremo.
PROTEGER A LOS MENORES
El Ayuntamiento de Barcelona ha decidido poner coto a ese porno callejero. Según ha informado el consistorio, y ha avanzado la cadena SER, el gobierno municipal revisará los protocolos existentes para evitar que este tipo de escenas tengan lugar “en espacios concurridos, con la voluntad de proteger a personas externas al rodaje y, en especial, a los menores de edad”. Según un texto remitido por el ayuntamiento, este tipo de rodajes, que pueden herir sensibilidades, suponen “un hecho puntual” que tiene lugar también en otras ciudades.
El ayuntamiento advierte, lógicamente, de que no es asunto suyo intervenir sobre el cine porno: “El sexo que se practica en el porno, como cualquier otro marco en el que se practique sexo entre adultos, es legítimo siempre que todas las partes estén de acuerdo y lo hayan negociado previamente al contenido de las escenas”. Otra cosa es que eso tenga lugar en público.
COLABORACIÓN CIUDADANA
El ayuntamiento no solo revisará protocolos: llama a la población a que colabore en la denuncia de estas situaciones. La Administración barcelonesa pide a la ciudadanía que en caso de que se encuentre con un caso de porno en la calle llame a la Guardia Urbana, incluso si lo que ve se asemeja a un rodaje profesional. Esta última precisión se debe a que en muchos casos las productoras no tramitan los permisos preceptivos para el rodaje.
Por lo menos años atrás, así sucedía mayoritariamente, cuando algunas empresas se limitaban a interesarse por la cuantía de las multas que podían recibir en caso de ser descubiertos grabando furtivamente en la vía pública y lo asumían como un gasto más. Según relató en abril a este diario una productora del este de Europa que rodaba películas para Kink, esa práctica es cosa del pasado y en la actualidad no se graba porno callejero sin solicitar antes un permiso.
- García-Castellón y Gadea dejarán sus plazas en la Audiencia Nacional y Pedraz sopesa hacerse con el juzgado del Tsunami, por Ernesto Ekaizer
- El río subterráneo más largo de Europa está en España: nadie conoce su nacimiento ni su desembocadura
- Vuelve Moisés a Pasapalabra: el concursante desvela los problemas que sufrió en el pasado y por los que tuvo que abandonar el programa
- Airbnb aconseja a los propietarios que no anuncien las piscinas en sus alojamientos turísticos
- La Junta Electoral avala la candidatura de Puigdemont y rechaza la impugnación de Cs
- La vida de Rosa Peral en prisión: ¿A cuántos años está condenada? ¿Cómo es su día a día? ¿Qué estrategia seguirá en adelante?
- El Barça vive una tragedia insoportable ante el PSG
- Olvídate de freír el huevo en la sartén: esta es la fórmula para hacer los mejores huevos fritos