CONTROVERSIA

Barcelona libera de terrazas las aceras del perímetro de la Sagrada Familia

El ayuntamiento recurre contra la decisión de un juez que impidió reducir el horario de las terrazas de Poble Sec

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EL PERIÓDICO / BARCELONA

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El Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado una profunda reordenación del entorno de la Sagrada Família con el objetivo de liberar las aceras de terrazas de bares y restaurantes, en especial aquellos tramos intensivamente utilizados por los turistas para ir desde el estacionamiento de los autocares, en la avenida de la Diagonal, hasta el templo de Antoni Gaudí. El perímetro inmediato de la Sagrada Família ha sido declarado zona exenta de terrazas, incluidas las cuatro intersecciones de las esquinas, excepto en la de las calles de Sardenya y Provença. El objetivo es evitar las habituales congestiones de peatones, pero no a costa de asfixiar económicamente a los establecimientos de restauración. El remedio para alcanzar un punto de equilibrio será, como ya se ha puesto en práctica en otros lugares, ganar espacio para las mesas y las sillas con plataformas desmontables instaladas sobre la calzada de vehículos.

Los números juegan desde hace tiempo a favor de una regulación más exigente del espacio público en esa zona de la ciudad. El interior del templo de la Sagrada Família es visitado cada año por cuatro millones de personas, pero a esa cifra hay que sumar otros 10 millones más que no compran entrada pero que transita por los alrededores del templo. Como consecuencia de ess tirón turístico, en el área de influencia de la Sagrada Família se acumulan 49 locales con terraza. Los tramos más críticos, en los que más molestias sufren los vecinos, son las calles de Marina y Sardenya, entre València y Mallorca.

Según los cálculos de los técnicos municipales, en la zona ahora sometida a nueva regulación había en el último recuento 89 mesas en las aceras y 336 sillas. A partir de la entrada en vigor de la nueva norma serán 56 terrazas y 224 sillas, aunque una parte de ellas ya no ocuparán el espacio de paseo peatonal.

HORARIOS DE BLAI Y BLESA

Por otra parte, el ayuntamiento ha decidido también presentar un recurso contra la sentencia en la que un juez le dio la razón a los restauradores de las calles de Blai y Blesa, en Poble Sec, a los que las ordenanzas obligaban a cerrar una hora antes sus terrazas para paliar las molestias que causaban a los vecinos. El juez interpretó que aquella regulación especial era discriminatoria con los dueños de establecimientos de esas dos calles, porque en el resto de la ciudad no se aplica esa norma. En su recurso, sin embargo, el ayuntamiento sostiene que su obligación es preservar la convivencia y buscar un equilibrio entre la actividad económica y el descanso de los vecinos, y en aquellas calles las condiciones acústicas son peores que las de otras zonas con terrazas.