Barcelona recupera el piso del okupa convergente

El caso de Joan Figuerola Borràs, el consejero de distrito de CiU en Sarrià-Sant Gervasi al que el ayuntamiento pilló ocupando el piso anexo al suyo, vacío tras la muerte de sus inquilinos, hace cinco años, llega a su fin, administrativamente hablando. El consistorio da por recuperada la vivienda, tal como notificó este martes al propio Figuerola, que pronto tendrá nuevos vecinos de rellano, probablemente, una familia en situación de vulnerabilidad social. 

De hecho, fue así como el consistorio constató que Figuerola y su hijo, inquilinos del 4º 1ª del número 12 de la calle de Isaac Albéniz Isaac Albéniz, o número 10 de Tres Reis (la finca está en la esquina entre ambas), habían ocupado el 4º 2ª: cuando representantes municipales visitaron el piso con el fin de ubicar allí a una familia, se toparon con que alguien había cambiado la cerradura.

DECLARACIÓN A LA GUARDIA URBANA

El propio Figuerola confesó a sus vecinos que fue él quien cambió la cerradura del 4º 2ª. Según contó a la Guardia Urbana el 4 de marzo pasado, su hijo ocupó el piso, algo que justificó por necesidades económicas: dijo que se había quedado sin trabajo. Según la versión que dio a representantes del Consorcio de la Vivienda semanas después, el 30 de marzo, su hijo tenía intención de ir a vivir al piso, pagando alquiler. Pero quien abrió la puerta del 4º 2ª a esos representantes fue Figuerola padre, con lo que sin duda ya había entrado en él.

El ayuntamiento no irá más allá, una vez ha recuperado la vivienda. Ha intentado notificar la recuperación de la vivienda a padre e hijo, pero solo se logró con el primero. El hijo recibía las cartas en el 4º 2ª, aunque no estaba empadronado en él. No deja de ser un éxito relativo en una causa que CiU defiende con ahínco en Sarrià-Sant Gervasi: el grupo municipal reclama la recuperación de bienes públicos ocupados, de los que hay varios casos en el distrito. Por lo pronto, se ha recuperado un piso.

27 AÑOS SIN PAGAR EL ALQUILER

El caso del okupa Figuerola desveló otra circunstancia peculiar del edificio, en el que hay seis inquilinos, incluido el convergente. El consistorio constató que hace 27 años que nadie paga alquiler -con la salvedad de una entidad social a la que se cedió un piso por cinco años y que abona 650 euros anuales-, lo que es fruto de la desidia municipal de los sucesivos equipos de gobierno. La finca fue expropiada en 1989 para una reforma que al final no se produjo, pero el propietario original rechazó revertir la expropiación.

El dueño, el ayuntamiento, no fue nunca más a cobrar el alquiler. Ni llegó a hacer nuevos contratos. En un momento dado, se intentó vender los pisos a los inquilinos, pero el precio exigido, 300.000 euros, resultaba desproporcionado y lo rechazaron.

NUEVOS CONTRATOS

El jueves pasado, representantes del ayuntamiento se reunieron con cuatro de los seis inquilinos, a los que plantean soluciones individuales de alquiler que se correspondan con su situación económica. Con ellos acordaron dos alquileres vitalicios y dos por un periodo de cinco años renovable a cinco años más. Dos inquilinos rechazaron hablar personalmente con la Administración municipal, uno de ellos, Figuerola, porque querían una sola solución idéntica para todos. En su caso, serán sus abogados quienes entablen las conversaciones.

EL CONSEJERO

En el terreno de las responsabilidades políticas, las demandas del equipo de gobierno para que CiU brinde la cabeza de Figuerola caen en saco roto. El primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, considera grave que no haya habido “ni disculpa ni reprobación” después de que un consejero de distrito haya ocupado un piso, o como poco apadrinado y tolerado esa ocupación, y de que tampoco informara de la anómala situación de unos inquilinos sin contrato ni alquiler, pese a su condición de político municipal, dentro de un grupo que abomina de las ocupaciones en general, y de las de propiedades públicas municipales en particular.

Pisarello llegó a pedir a CiU que propusiera a la alcaldesa, Ada Colau, el relevo de Figuerola, esa es la fórmula prevista. Pero el grupo de Xavier Trias se limitó a dar por buenas las explicaciones de su consejero, quien, de forma increíble pero acorde al universo mágico que constituye el inmueble sito en Isaac Albéniz, 12, niega haber ocupado un piso pese a que su familia demostró tener las llaves al devolverlas. Para el partido, el asunto solo afecta a Figuerola júnior.