LOS RECUERDOS DEL TURISTA

Barcelona promueve el suvenir solidario

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PATRICIA CASTÁN / BARCELONA

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Para el viajero comprador hay tres maneras de llevarse un suvenir de Barcelona: recurriendo a los recuerdos más convencionales -y muchas veces cutres- que se despachan a bajo precio en muchas tiendas del Gòtic, optando por nuevos artículos 'made in Barcelona' que aportan más diseño y estilo, o bien dando un plus solidario a la adquisición, cuando la pieza está hecha por algún colectivo desfavorecido socialmente.

Y como competir en los escaparates suele ser difícil para estos últimos, las tiendas de los puntos oficiales de información turística de la ciudad están potenciando estos regalos barceloneses, que detrás llevan la manufactura de entidades de discapacitados, personas con afecciones graves, reclusos y exprostitutas en procesos de reinserción laboral, entre otros muchos. La experiencia empezó hace un par de años con un par de empresas y ya son 18 las que venden suvenires con valor añadido desde esta plataforma. 

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Es una misión compleja, porque tras la propuesta de cada entidad no solo hay un colectivo que tiene difícil acceso al mundo laboral, sino un largo proceso que va desde la concepción de la idea hasta el diseño y la ejecución por parte de manos formadas para esa tarea, con el difícil reto de la comercialización final. Fuentes de Turismo de Barcelona, que han ido ampliando esta medida solidaria en los dos últimos años, detallan que el volumen de referencias elaboradas por colectivos del tercer sector es de unas 200 en la actualidad, un 10% de las 2.000 que se venden en las tiendas BCN Original Shop de sus principales puntos información turística.

En algunos casos se les da amplia visibilidad en los expositores, porque tras el objetivo solidario hay productos realmente muy competitivos. No obstante, el proyecto aún tiene camino por recorrer en volumen de ventas (representa el 5% del total), en un sector que cada vez cuanta con más empresas privadas volcadas en el filón turístico. 

ESCAPARATE CONCURRIDO

De entrada, y con un millón de visitantes anuales, la tienda del punto informativo de la plaza de Catalunya es un buen escaparate para darse a conocer. No solo entre los viajeros, también entre los barceloneses que lo visitan para comprar entradas para diversos equipamientos culturales, explican en el establecimiento. La de Sant Jaume, que se ha renovado y abrirá mañana lunes, será ahora una potente plataforma de distribución, al igual que la de la estación de Sants. 

Su directora, Núria Gerez, afirma que el cliente de estos puntos de venta -que busca un producto distinto, en general, al de las tiendas de suvenires de la Rambla- "valora mucho que el regalo esté hecho en Barcelona y que tenga un valor añadido". Por eso, al margen de aceptar la distribución de la mercancía de casi todas las entidades del Tercer Sector que llaman a su puerta, en las tiendas de Turismo de Barcelona en la actualidad el 90% de su género está realizado en Barcelona o el resto de Catalunya, destacan. "Queremos productos diferenciados, en base a calidad, sostenibilidad y solidaridad", agrega.

Que nadie piense que estas piezas están concebidas como suvenires puros y duros. Más bien como regalo o shopping de capricho -casi siempre sin la palabra Barcelona-, ya que los artículos con el nombre de ciudades impresas pierden comba en favor de los recuerdos cuyo valor es su creación en el lugar de compra.

CANTERAS DISTINTAS

En ese escenario, la marca Dona Kolors, de moda y complementos realizados por mujeres en riesgo de exclusión social, nace de un proyecto social muy sólido. Entre las mujeres que pasan por sus talleres de formación se alcanza "la posibilidad real de trabajo", cuenta Sònia Fernández, desde la entidad. Coloridos bolsitos, cojines, manteles y accesorios son fruto de la labor de una plantilla de seis mujeres con talento, cuyas historias pueden conocerse desde su web. Sus creaciones se venden por esa vía y otros canales de distribución. "Ojalá más organismos oficiales nos apoyarán", añade.

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":"Fundaciones y asociaciones no profesionales asumen\u00a0","text":"el proceso\u00a0completo\u00a0del objeto de regalo, de la idea a su distribuci\u00f3n"}}

Una idea que comparten en la Fundació Mas Alborna, donde promueven la inclusión de discapacitados intelectuales, cuyo pequeño atelier de costura ha evolucionado hacia el sector turístico con camisetas y bolsas con temas barceloneses, que se venden en distintos comercios. Sus diseños aluden a la Barcelona romana, por ejemplo, y en este proceso de fabricación cuentan cuentan con cinco personas, aunque la fundación trabaja con más de 300 en otros ámbitos, detalla Albert Arceda.

En otra fundación que trabaja con más de 500 discapacitados de distinto grado y origen, Disgrup, comercializan bolígrafos solidarios para apoyar a los afectados, que se venden por un euro en The Original Shop. "Ayudamos a la inserción laboral y a concienciar a la población", cuenta su presidente, Guillermo Egido, que negocia nuevos acuerdos para su promoción en toda Catalunya.

Las tiendas de Turismo de Barcelona cuentan también con productos tan atractivos como los bolsos y complementos de estilo 'farcell' catalán elaborados por la población reclusa desde el Centre d'Iniciatives per a la Reinserció (CIRE), o la alegre bisutería Endorphins, de la Fundació Tallers, que trabaja con discapacitados intelectuales y personas con transtornos mentales.Con esta marca, cuyo nombre alude al concepto de crear felicidad, elaboran 20 modelos de collares, pendientes y pulseras de arcilla polimérica de colores que sugieren emociones y con un empaquetado con gancho y 24 puntos de venta. Dan así ocupación a personas que no pueden tener un contrato fijo y que logran ejecutar el 99% del proceso de las piezas.

La lista de entidades de colectivos vulnerables que se han asomado este canal de venta incluye las propuestas de Art Integrat, la Associació Esclat, Es Nostre, Alos, Ampans y otras muchas.