Barcelona pide regular las habitaciones para turistas en domicilios

Vecinos que se quedaron  sin entrar a la audiencia de turismo, el martes.

Vecinos que se quedaron sin entrar a la audiencia de turismo, el martes.

PATRICIA CASTÁN / HELENA LÓPEZ / BARCELONA

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el fajo de folios sembrados de propuestas y reivindicaciones que el ayuntamiento recogió tras la agitada audiencia pública sobre el turismo del pasado martes no reposará, como temen muchos asistentes, en un cajón municipal. El ayuntamiento aseguró ayer que muchas sugerencias serán base para el plan estratégico del turismo 2015-2020 y que algunas se impondrán por la vía rápida. Entre ellas, ideas tan reclamadas como la participación continuada de la ciudadanía en la gestión del turismo local -mediante un nuevo Consejo de Ciudad y Turismo- y el impulso a la regularización del creciente fenómeno de las habitaciones de alquiler por días para turistas en domicilios privados. El ayuntamiento ha pedido al Govern, que ya estaba estudiando la cuestión, que legalice esta actividad para normalizarla y fiscalizarla con el pago de la tasa turística, tal y como defienden la Associació de Veïns de Barcelona (FAVB) y los propios afectados, vertebrados en la entidad Amfitrions de Barcelona.

La concejala de Economia, Sònia Recasens, líder municipal en la audiencia celebrada en Lesseps, defendió ayer que muchas de las propuestas del decálogo presentado por la FAVB ya se estaban trabajando en los últimos tiempos (como ejemplo, el incremento en la recaudación de la tasa turística hasta el 48% para Barcelona, o las mesas de participación en el urbanismo local), y otras tendrían cabida en el nuevo encaje de la gestión turística.

EL MECANISMO / Dar voz a la ciudadanía es una demanda que se articulará -queda por ver si con peso real o teórico- con un nuevo consejo, cuyo borrador ya está listo y que alineará tanto a los agentes turísticos, como a entidades medioambientales, también relacionadas con la cultura y el deporte, sindicatos, gremios, entidades vecinales y especial presencia de los barrios con problemas de convivencia turística o, por el contrario, de las zonas en las que se quiere redistribuir el flujo de viajeros. La edila es consciente de que una audiencia es una gota de agua en una tormenta de opiniones como la que vive el turismo, y opina que es imprescindible tener una «plataforma institucionalizada y con interlocución permanente» para que el barcelonés se sienta más implicado en la gestión del turismo en la ciudad.

En la práctica, el consejo tendrá dos reuniones plenarias al año y reuniones de comisión permanente cada dos meses. Se abordarían cuestiones como la descentralización, las políticas de movilidad y transporte privado, el turismo sostenible, los presupuestos y ordenanzas al respecto, y cuestiones sobre las que el consejo tendrá una función asesora. Tras el chaparrón de los últimos meses, cabe eperar que se trate de una medida más efectiva que efectista. El presidente de la FAVB, Lluís Rabell, la aplaude, pero se muestra sorprendido por su inmediatez y teme que sea improvisada y para contentar a la galería.

También ha movido ficha el ayuntamiento en el ámbito del alojamiento en domicilios particulares, donde el anfitrión o convive con el turista alquilándole una habitación por días, o renta toda la vivienda aprovechando sus propias ausencias o con motivo de oportunidades como el congreso de los móviles. Si el Govern ya reconoció estar estudiando la regulación de este nuevo fenómeno, Recasens detalla que Barcelona ha pedido que se legalice para hacerlo transparente y controlar su fiscalidad. La entidad Amfitrions de Barcelona (que se distingue del negocio de los pisos turísticos porque en este caso la vivienda es la propia y el anfitrión ejerce un control más directo de sus huéspedes) calcula que en Barcelona ya son 6.000 los hogares que realizan la actividad.

NUEVA ECONOMÍA / El ayuntamiento está analizando la situación legal de esta y otras fórmulas de economía colaborativa (incluidas las cenas para turistas en casa de particulares) con las que quiere ser «proactivo» y regular antes de que esta tendencia urbana se desborde, como pasó con los pisos de uso turístico. En este sentido, la FAVB en su decálogo consensuado reclama «la necesidad de reconocer y regular la fórmula de acogida de visitantes en el domicilio particular». Rabell no ve contradicción entre la necesidad de mucha gente de alquilar una habitación para llegar a final de mes y la petición vecinal de poner freno a la especulación con la vivienda que se produce con los apartamentos turísticos explotados por empresas y agencias y «con la participación creciente del mismo gremio hotelero», subraya.

Precisamente, la reclamación vecinal de poner coto a los hoteles es uno de los puntos donde el ayuntamiento ya avanza que no hará ningún movimiento. En cambio, creen que los 40 agentes cívicos previstos frenarán, en complicidad con la Guardia Urbana, los comportamientos incívicos que tanto daño han hecho al sector los últimos veranos.