exposición. EL MUSEU DEL MODERNISME

La Barcelona modernista

Este museo privado, especializado en modernismo catalán, festeja su quinto aniversario con una exposición fotográfica que retrata la Barcelona de aquella época.

Balmes, 48. De martes a sábado: 10.30 a 19.00 h. Domingo: 10.30 a 14.00 h. 10 euros. Hasta el 15 de octubre.

ESCENAS 3 Arriba, retrato de mujeres de la burguesía catalana y concurso de globos en 1908. Abajo, un agente en el paseo de Sant Joan, con el Arc de Triomf al fondo y criadas con niños en el paseo de Gràcia.

ESCENAS 3 Arriba, retrato de mujeres de la burguesía catalana y concurso de globos en 1908. Abajo, un agente en el paseo de Sant Joan, con el Arc de Triomf al fondo y criadas con niños en el paseo de Gràcia.

BLANCA ESPACIO / BARCELONA

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El Museu del Modernisme, una entidad privada dedicada en exclusiva a las diferentes disciplinas artísticas del modernismo catalán, festeja su quinto aniversario con la exhibición de nuevas obras de su colección permanente y con la inauguración (hoy, 19.00 h) de Retrato de Barcelona. Evolución de una ciudad, una muestra temporal que documenta la vida de la ciudad de finales del siglo XIX y principios del XX.

Se trata de un museo curioso, aunque poco conocido. Abrió en marzo del 2010 en un edificio -también modernista, por supuesto- proyectado en 1902 por Enric Sagnier y que durante años se usó como almacén de la Fabra i Coats. El objetivo del espacio es exhibir la colección privada de Fernando Pinós y Maria Guirao, matrimonio de anticuarios que en los años 70 comenzaron a adquirir obras modernistas, desde pinturas y esculturas de Mir, Casas, Llimona y Clarasó a exquisitas piezas de mobiliario y artes decorativas de Gaudí, los hermanos Masriera, Joan Busquets y Gaspar Homar, entre otros. También fotos de la época, un fondo nada desdeñable que ahora sale a la luz, por primera vez, con Retrato de Barcelona, evolución de una ciudad.

Dividida en siete ámbitos temáticos que resumen la trayectoria paralela de la fotografía y la historia de la ciudad, la exposición contiene 33 reproducciones fotográficas de diversas medidas, 33 placas de vidrio originales retroiluminadas, una cámara de 1900 y un audiovisual que muestra más imágenes no incluidas en la exposión y que permite ambientar la época y trazar paralelismos entre el pasado y el presente.

La mayor parte de las fotografías pertenecen al fondo del museo -algunas, donadas por Josep Oms- y otras han sido cedidas para la ocasión por Jordi Baron. Son retratos de la gente de aquellos tiempos (burgueses en su salones, criadas paseando a los niños, obreros trabajando), de las nuevas tecnologías que iban a cambiar la fisonomía de la ciudad (coches, semáforos, tranvías), de edificios, algunos ya desaparecidos (como el castillo del Camp de la Bota), de regatas en el puerto, concursos de globos, escenas callejeras...