Barcelona también echará de las aceras a patinetes y 'segways'

Es una normativa hecha desde el sentido común, sin grandes riesgos ni sorpresas y con mirada continuista. Con un doble objetivo que responde a la hoja de ruta municipal del último lustro: las aceras son para el peatón y toda explotación turística de la movilidad requiere de una regulación que no estorbe a la población local. Con esa meta, amén de intentar poner orden a un ‘boom’ que no ha hecho más que empezar y que irá a mucho más, el ayuntamiento tiene listo el borrador de ordenanza de circulación de todos los ingenios que escapaban a la normativa actual por la que se rigen los vehículos tradicionales y los viandantes. El texto deberá pasar por el filtro del pleno municipal, así que, según cálculos municipales, no se aprobará hasta el primer trimestre del 2017.

El documento distingue 10 chismes distintos, distribuidos en tres categorías. Algunos eléctricos, otros impulsados por la fuerza humana. En cualquier caso, ingenios inéditos hace unos pocos años y que ya forman parte del paisaje urbano. Patinetes y plataformas eléctricas, 'segways', bicis de carga, triciclos para forasteros…, cada uno deberá someterse a limitaciones concretas y específicas. Con un denominador común: su lugar natural es la calzada, donde deberán compartir espacio, en una de las ciudades con mayor densidad motorizada, o bien con coches, motos, taxis, autobuses y furgonetas o con las bicicletas. O con todos a la vez.

CICLISTAS AÚN EN ADAPTACIÓN

Habrá quien crea precipitado regular estos aparatos cuando el ciclista urbano todavía no ha terminado de aterrizar. El ayuntamiento acaba de prolongar 18 meses más la moratoria por la cual todavía pueden circular por las aceras del Eixample, una medida que se ha aplazado porque el consistorio considera que en la calzada aún no está garantizada su seguridad. Ahí se enmarca esta nueva modificación de la ordenanza de circulación de vehículos y peatones, un texto que, en palabras de Adriana Malé, coordinadora técnica de la gerencia de movilidad e infraestructuras, habrá que ir actualizando porque es previsible que en tiempos venideros vayan apareciendo aparatos.

Este proyecto, sin embargo, encontrará varios obstáculos por el camino. Primero, el uso del vehículo privado que durante la crisis se había achicado y que ahora vuelve a crecer. Segundo, un carril bici extremadamente estrecho en algunos casos que hará imposible que según que chismes puedan pasar a la vez. Básicamente, porque no van a caber. Y tercero, el hecho de que el éxito de la normativa depende en gran medida del concurso de los ciudadanos y su cumplimiento de las normas, cuando estos vehículos no requieren de ningún tipo de permiso ni carnet.

COMUNICACIÓN Y CONSCIENCIA

No será fácil y requerirá de una campaña de comunicación intensa y repetitiva. Porque las tres categorías tienen muy marcadas sus limitaciones y será fácil confundirse. Básicamente, los vehículos ligeros se derivarán a la red de carriles bici, mientras que los de mayor peso y volumen se conminan al asfalto. De este modo, en breve habrá más variedad de medios de transporte en el carril bici que en la propia calzada. Malé sostiene que la red que despliega el gobierno de Barcelona en Comú intenta tener en cuenta el diseño ideal de estas infraestructuras pero también invita a cada usuario a ser “consciente de las limitaciones para saber si puede pasar o no” por según qué corredores.

Todos aquellos que esperaban más dureza a nivel de uso del casco o seguro obligatorio, olvídense. Lo mismo con el registro y la identificación. El consistorio solo lo exigirá a los vehículos de movilidad personal destinados al turismo, mientras que los particulares podrán circular sin proteger su cráneo, menos los propietarios de 'segway', y sin seguro. Eso sí, el ayuntamiento recomienda encarecidamente ambas cosas.

{"zeta-legacy-despiece-horizontal":{"title":"Moratoria de a\u00f1o y medio para las bicicletas","text":"El ayuntamiento ha decidido que las bicis puedan seguir usando las aceras del Eixample durante al menos 18 meses m\u00e1s. El plazo de a\u00f1o y medio otorgado en mayo del 2015 para que se pudiera ampliar la red ciclista en calzada ha tenido que prolongarse a la vista, a ojos del ayuntamiento, de que el colectivo ciclista todav\u00eda no tiene garantizada la seguridad en la calzada. Esto significa que las bicicletas no ser\u00e1n expulsadas del espacio destinado al viandante hasta, como m\u00ednimo, abril del 2018. Hasta entonces, las bicis deben regirse por la normativa actual, que ya\u00a0proh\u00edbe circular por aceras de menos de cinco metros. \u00a0"}}