NOMENCLÁTOR

BCN dedica una calle a la salvadora de cientos de bebés de republicanas refugiadas en Francia

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CRISTINA SAVALL / BARCELONA

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Feminizar el nomenclátor es una de las prioridades de Ricard Vinyes, comisionado de Programas de Memoria del Ayuntamiento de Barcelona, que busca reequilibrar una balanza que durante décadas ha priorizado nombres masculinos en las calles y plazas de la ciudad. La maestra suiza Elisabeth Eidenbenz, que en la Maternidad de Elna salvó entre 1939 y 1944 a cerca de 600 bebés, hijos de madres republicanas españolas, de nacer en condiciones totalmente adversas en los campos de refugiados de Argelès, de Sant Cebrià de Rosselló y de Rivesaltes, tendrá una calle en Barcelona. Se estima que el 95% de los bebés morían tras el parto en esos campos. El cambio de nombre de la calle de la Maternitat por el de Elisabeth Eidenbenz ya ha sido acordado por el plenario de les Corts y por la Ponencia del Nomenclátor, pero todavía no se han finalizado los trámites para su aprobación definitiva.

Con motivo del estreno de la película 'La llum d'Elna', el próximo viernes en TV-3, el distrito de les Corts programa para la tarde del martes, a las 19.30 horas, un acto simbólico en honor a la heroína suiza en el cruce de Travessera de Les Corts con Maternitat, al que asistirá Serge Barba, uno de los hijos del exilio republicano que nació en Elna, pueblo del sureste de Francia donde la joven maestra fundó la clínica en el castillo de Bardou, una mansión abandonada con grandes ventanales. Allí traía a las embarazadas desnutridas que recogía de los campos de refugiados, con la ayuda de la Asociación de Ayuda a los Niños en Guerra.

Barba intervendrá en el homenaje de Barcelona. Es profesor jubilado. Vive en un pueblecito cerca de Ceret, desde donde se desplaza a escuelas francesas y catalanas para contar a los niños quién fue Eidenbenz. También organiza visitas guiadas al castillo de Bardou, hoy un espacio museístico dedicado a la Maternidad de Elna. "Yo no recuerdo nada. Todo lo que sé es por mi madre, que idolatraba a la profesora que veló por tantos niños. Decía que lo que había logrado era extraordinario", reconoce.

MADRES SIN LECHE

Sus padres estaban en una situación muy difícil. Habían huido de la guerra desde Barcelona, aunque no eran catalanes. "Mi padre era planchista y mi madre, enfermera. Después del parto, yo tuve muchos problemas. Mi madre estaba desnutrida y no tenía leche, algo habitual en las mujeres que dieron a luz en Elna" tras los días y noches de frío y hambre. Eidenbenz (Wila, Suiza, 1913-ibídem, 2011) consiguió que la Cruz Roja enviara leche en polvo a Elna desde Suiza y eso salvó a muchos bebés. "También cuidó de las refugiadas judías que huían del régimen nazi en la segunda guerra mundial. No solo a las que iban a ser madres, a las que lograba cambiar los apellidos de sus hijos para que no los encontraran, sino a familias enteras a las que proporcionó casas de franceses donde esconderse", señala Barba.

La familia Barba se quedó en el sur de Francia. "Mi padre, republicano convencido, jamás volvió a España. Durante la dictadura franquista, era demasiado peligroso. Falleció cuatro años antes de la muerte de Franco", cuenta Barba, que en el 2002 llegó a conocer a Eidenbenz en un acto conmmerativo en Elna. "Fue emocionante. Nos reunimos unas 60 personas que nacimos en su maternidad", explica

Barba describe a la heroína suiza como una mujer humilde, cariñosa, atenta y sencilla. "Durante muchos años su labor fue olvidada, pero a ella tampoco le gustaban mucho los reconocimientos oficiales", asegura.

{"zeta-legacy-phrase":{"name":"SERGE BARBA","position":"NACIDO EN LA MATERNIdAD\u00a0DE ELNA","text":"Durante muchos a\u00f1os su labor fue olvidada, pero a Eidenbenz\u00a0no le gustaban mucho los reconocimientos oficiales"}}Sílvia Quer, directora de 'La llum d'Elna', película protagonizada por Noémie Schmidt, aún no entiende cómo durante tantos años la obra de Eidenbenz no saliera a la luz. "De ella me atrae su solaridad, su entrega altruista hacia personas que tenía cerca. Nunca buscó el reconocimiento. Su humildad conmueve", describe la realizadora.

Vinyes explica que la presencia de nombres de mujer en las calles de Barcelona es un tema prioritario para el ayuntamiento. "Ya hemos acordado el jardín de les Dones de la Motor Ibèrica, a propuesta del distrito de Sant Andreu. Se trata de un espacio urbano, actualmente sin nombre, ubicado entre el paseo de Torras i Bages, la iglesia de Sant Andreu del Palomar y la calle de los Segadors", informa Vinyes, que también menciona la plaza Dolors Palau i Roura, a propuesta de Horta-Guinardó, entre las calles Doctor Cadevall i Telègraf, y el pasaje de Maria Canals. "Además tenemos una petición de la Barceloneta para que Emilia Llorca, líder vecinal de la Associació Ostia, tenga una calle", agrega Vinyes.

Mercè de la Torre forma parte de la Taula de Dones de les Corts y preside Cor Cremat, histórica entidad del barrio, "Eidenbenz solo tenía 23 años cuando cuidó de las mujeres embarazadas, que eran las personas más vulnerables en los terribles campos de refugiados del sur de Francia. Darle la calle Maternitat es un acierto. ¿Quién se lo merece más que ella?", cuestiona de la Torre, que este martes participará en el homenaje que le brinda una ciudad que en el 2005, junto a otros 50 ayuntamientos, varias asociaciones y universidades catalanas, solicitó para la maestra suiza la Creu de Sant Jordi. La Generalitat se la dio un año después, pero ella no fue a recogerla.