El ayuntamiento aún no ha decidido cómo se aislará la polémica playa para perros

La controversia envuelve la prueba piloto que se realizará del próximo 1 de junio al 25 de septiembre en la playa de Llevant, en un espacio de 1.200 metros cuadrados para que durante la temporada de baño los perros puedan acercarse al mar en verano, cuando está prohibida la presencia de estos animales en el litoral barcelonés. El Ayuntamiento de Barcelona, a través de un portavoz del distrito de Sant Martí, asegura que el ensayo se realizará pero aún se desconoce con qué tipo de cierre preventivo se rodeará la zona para no molestar a los vecinos que estén en la arena cerca.

"Es prematuro. Estamos en el proceso de decidir a quién se adjudicará el vallado y con qué tipo de cierre", argumenta un portavoz del distrito, que tiene a muchos vecinos en contra del lugar elegido para la prueba, a la que solo podrán acceder perros inscritos en el registro censal de animales de compañía que lleven microchip identificativo. "Este trozo de playa es una demanda histórica de las entidades animalistas, que han aportado más de 35.000 firmas en apoyo de la iniciativa", indica, al tiempo que recuerda que el distrito ha mantenido dos reuniones con los vecinos de la zona para hablar sobre este tema. 

Jordi Martí, edil de CiU, considera que la polémica en torno a esta playa se ha encendido porque el gobierno municipal "no" ha sabido cómo llevar la gestión. "Los vecinos se enteraron por los diarios. Antes se debía haber facilitado el debate con los vecinos y con los partidos hasta alcanzar un concenso", considera Martí, que aún así se muestra a favor de la playa canina. "Es una petición ciudadana que debe encontrar su salida. Acabará haciéndose y es bueno que se haga", determina.

NO SE DEBE GENERAR ALARMA

Ciutadans también está a favor de que se haga este ensayo, para que las familias con perros puedan disfrutar del mar con sus mascotas. "Al ser una playa segregada los perros sueltos no podrán deambular libremente y así se evitarán problemas que podrían plantearse con otras familias, por ejemplo con bebés, que puedan sentirse inquietas. Otro aspecto a tener en cuenta son las condiciones higiénicas ya que es obvio que no va a poder evitarse que los perros hagan sus necesidades en la playa. Por ello, hemos solicitado al gobierno un protocolo especifico de las instalaciones, y aún no ha habido respuesta", señala Santiago Alonso, concejal de C's.

Daniel Mòdol, edil del PSC, remarca que se trata de una prueba piloto, y cómo tal, se debe esperar para analizar los resultados. "Soy partidario de trabajar más el civismo en los espacios compartidos, y estoy en contra de parcelar el espacio público. La ciudad es finita y no podemos tener nuevos lugares cerrados para cada necesidad que surja", argumenta el portavoz del PSC.

Alberto Fernández, presidente del grupo municipal del PP, se muestra favorable a la playa “para el goce” de los perros. “Pero se debe buscar una alternativa en la ubicación propuesta por el ayuntamiento que no genere problemas con los bañistas. En el próximo pleno del distrito presentaremos una iniciativa para buscar una playa que garantice las condiciones de seguridad, higiene y no suponga un problema de convivencia con los vecinos”, informa Fernández.

Jordi Coronas, de ERC, defiende que no se debe generar alarma. "La buena convivencia es posible. Se trata de una prueba para saber si en Barcelona esta playa funcionará tan bien como pasa en Sitges, Empuriabrava y L'Estartit", precisa. Por su parte, María José Lecha, de la CUP, alega que Barcelona es una ciudad comprometida con el bienestar animal. "El espacio de playa destinado es demasiado pequeño para la cantidad de perros que viven en Barcelona", explica. Respecto a los problemas de higiene que se puedan derivar declara que es una cuestión de civismo. "Los usuarios de las playas dejan una cantidad de basura alarmante que se limpia cada noche. Incluso, trozos de cristales o latas".