INVESTIGACIÓN DE LOS MOSSOS SOBRE el asesinato de dos ancianos y su nieta

El autor del triple crimen es el exyerno del matrimonio muerto

Álex C., el detenido por el triple crimen, abandona esta madrugada esposado su domicilio, que fue registrado por la policía.

Álex C., el detenido por el triple crimen, abandona esta madrugada esposado su domicilio, que fue registrado por la policía.

ANTONIO BAQUERO
BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Los Mossos d'Esquadra detuvieron ayer a Álex C., un español de 50 años, como presunto autor del triple crimen que el 27 de enero acabó con la vida del matrimonio Clavaguera, dos ancianos de 80 años, y de su nieta Andrea Calafat, en su piso de la calle de Sardenya, en el corazón del Eixample. El detenido es la expareja de Mónica, una de las hijas del matrimonio, con la que mantuvo una relación hasta hace pocos meses.

Los Mossos investigan el motivo por el que el detenido asesinó tan brutalmente a los tres familiares de su expareja, Mónica Clavaguera, a la que continuaba haciendo alusión en Facebook, donde era muy activo. Ayer, pocas horas antes de su detención, colgó la foto de una amiga y escribió: «Se parece a otra que me ha hundido la vida y roto el corazón, cierta egoísta, manipuladora y mala persona». La noche antes del crimen, según informó la SER, escribió en la red social que se quería morir y que la vida ya no volvería a ser igual.

La detención se hizo ayer a primera hora de la tarde, cuando los Mossos fueron a su piso del distrito de Sarrià-Sant Gervasi. Al registro acudieron los responsables y varios agentes del Àrea Territorial d'Investigació, que estuvieron hasta la medianoche dentro de la vivienda. Su objetivo era hacer un registro para intentar encontrar pruebas, como un rastro de sangre en alguna prenda o en un objeto. Menos esperanzas había en hallar el arma.

BAJO LOS FOCOS / Los Mossos tenían a Álex C., con antecedentes por robo, bajo los focos como principal sospechoso del crimen desde los inicios de su investigación. Aunque en un primer momento se buceó entre las amistades de la joven asesinada, en seguida se encontraron indicios de su posible culpabilidad. De hecho, en el análisis del lugar del crimen, los expertos de la policía científica ya encontraron algunos rastros humanos. Se comprobaron también las coartadas de todas las personas del entorno de las víctimas. Y la suya no les convenció. Además, la cambió en varias ocasiones. Desde ese momento, los Mossos comenzaron a someter al sospechoso a una discreta vigilancia y ayer, finalmente, se decidió acometer su arresto.

El detenido presuntamente cometió el crimen a primera hora del viernes. La autopsia de los cadáveres fijó su muerte poco después de las ocho de la mañana. Según fuentes cercanas al caso, el detenido llamó al piso y logró que los ancianos, que le conocían, le dejaran entrar. Una vez dentro, primero atacó a Andrea, la joven adolescente hija de la hermana de su expareja. A la chica todo indica que la sacó de la ducha y la asesinó a golpes con un objeto contundente. Después, mató a los ancianos. A todos los cubrió con una manta antes de salir del piso, un detalle que no pasó desapercibido a los agentes. Ese gesto suele ser habitual entre los asesinos que conocen o que tienen un vínculo familiar con las víctimas. Al taparlas intentan cubrir sus heridas o su desnudez, como si lamentaran dejar sus cuerpos expuestos.

Aquella tarde, Álex C. regresó al lugar del crimen. Mónica, su expareja, encontró los cadáveres de sus padres en el piso y le llamó. Cuando llegaron los Mossos, el hombre aún estaba allí. Le pidieron que bajara al perro de los ancianos y lo metiera en el maletero de un coche.