El atrezo perfecto para la fotografía prometida

La promesa era clara: el inicio del derribo de la Modelo empezaría en el primer trimestre del 2015. Ayer, 30 de marzo, casi en tiempo de descuento, este se produjo. Eso sí, la promesa era «iniciar» el derribo, no cuántas paredes se tirarían. A las once en punto de la mañana, hora en la que estaban convocados los medios de comunicación, una pequeña máquina estaba preparada en la esquina entre Rosselló y Entença, donde, ante todos los flases, tiró unos cuentos ladrillos justo antes de los orgullosos parlamentos del alcalde Trias, el conseller

Apenas una hora más tarde, cuando ya no quedaban en el lugar ni políticos ni prensa, este diario fue testigo de cómo la máquina que debía derribar el edificio había desaparecido, y en el lugar quedaba solo un operario barriendo. «Ahora estamos en vacaciones de Semana Santa y antes de que entren las máquinas hay que limpiarlo todo. El derribo empezará la semana que viene», explicó el trabajador a este diario.