La asociación de vecinos del Raval reacciona tras dos meses de silencio sobre los narcopisos

Nunca es tarde si la dicha es buena. La Associació de Veïns del Raval se ha pronunciado por fin acerca de la plaga de narcopisos que está dinamitando la convivencia en el barrio. A principios de julio, vecinos de diferentes calles comenzaron a organizar caceroladas de protesta contra los pisos ocupados ilegalmente por traficantes de droga, en concreto heroína.

La asociación se había mantenido al margen hasta este martes, día en que su presidente, Josep García, convocó una rueda de prensa para explicar los diferentes problemas que azotan el Raval (entre ellos, los narcopisos) y anunciar oficialmente que la entidad convoca una manifestación para este jueves a las siete de la tarde en su sede (plaza de Aureli Capmany). La entidad expresará así su rechazo a los narcopisos y a los problemas generados por la saturación turística y entregará un manifiesto en la alcaldía.

"La convocamos porque el Raval no puede continuar con esta línea", ha aseverado García, quien ha denunciado que Ciutat Vella "sigue siendo una asignatura pendiente" para el gobierno municipal. También ha anunciado que pedirán el "cese" de la concejala, Gala Pin, y ha responsabilizado a las inmobiliarias, que compran viviendas "masivamente", de la existencia de pisos ocupados para traficar.

Discrepancias

Los vecinos de las ocho calles en lucha contra los narcopisos (que a finales de julio decidieron converger en la plataforma Veïnat del Raval) anunciaron en agosto una manifestación de protesta prevista para este sábado 9 a las seis de la tarde en la sede del distrito. Por eso sorprendió que García, este martes, anunciase otra para protestar por lo mismo. Y que además la convocase justo dos días antes de la de Veïnat del Raval.

"Lamento que esté haciendo una contraconvocatoria, pero me alegro de que, tras meses de pasividad, la asociación de vecinos haya decidido hacer algo", responde Antoni Salas, vecino de la calle de la Riereta, en la que hay tres narcopisos. "La asociación del Raval nunca ha apoyado las caceroladas, no ha estado en ninguna y hace 70 días que se organizan. Hemos salido en 130 textos de prensa y no se ha mencionado a esta asociación nunca, porque no ha estado", señala este vecino, visiblemente molesto.

García, por su parte, ha negado que el vecindario del Raval esté dividido, pero ha defendido la trayectoria del "histórico" movimiento asociativo de la ciudad. "Nosotros [las entidades vecinales] somos quienes inventamos las caceroladas -ha reivindicado-. Tiene cojones que el Raval tenga tantas plataformas". Paralelamente, ha acusado a los vecinos de las caceroladas de buscar su "minuto de gloria" y de no haberse asociado a la entidad vecinal que él preside desde 1974.

García ha negado que su manifestación busque eclipsar a la de Veïnat del Raval (a la que ha afirmado que irá). "En mayo, tras una reunión con Gala Pin, yo me comprometí a tomar medidas ante estas situaciones", ha justificado. La especulación inmobiliaria, el turismo masivo, la corrupción y el creciente racismo son otros de los problemas que, según él, padece el Raval. Un barrio que siempre ha sido "acogedor" hasta, en su opinión, los tiempos que corren.