OPERACIÓN CONJUNTA EN LA ZONA DE DESCANSO DE GRUPOS DE LADRONES

Asalto policial a la guarida de las bandas de carteristas del metro

Un grupo de Mossos agrupa a los identificados en la calle de Salvà, ayer.

Un grupo de Mossos agrupa a los identificados en la calle de Salvà, ayer.

DAVID PLACER
BARCELONA

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El gran asalto de la Guardia Urbana y los Mossos d'Esquadra a la guarida de los carteristas del metro, que implicó la identificación de un centenar de personas ayer en la calle de Salvà, terminó con apenas un detenido y la clausura de un locutorio frecuentado por los carteristas por no adecuarse a la normativa municipal. El local, según la Guardia Urbana, podrá reabrir cuando cumpla con todos los requisitos técnicos. El locutorio, ubicado en el número 6, y el bar Terra Alta, son los dos locales más frecuentados por las bandas habituales de carteristas de gitanos rumanos que actúan en el metro de Barcelona, según desveló EL PERIÓDICO el martes pasado y tal como confirmaron ayer los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana.

Los vecinos de la zona han presentado numerosas denuncias ante la Guardia Urbana y los Mossos por las molestias que ocasionan las reuniones de carteristas en la zona, que hacen picnics multitudinarios en la plaza y que se reparten el botín robado en el metro cada día entre la plaza del Molino y la calle de Salvà. El operativo efectuado ayer también incluyó una acción con policías secretos en el metro y el corte de tráfico en varias calles.

Pero todo el esfuerzo policial terminó, como casi siempre, diluido. «Entre un 35% y un 40% de los detenidos son carteristas habituales del metro. Los conocemos de sobra. Después de robar, se reúnen en esta zona cada día, pero no podemos detenerlos si no hay una orden judicial», explicó ayer Jordi García, intendente de los Mossos en Sants-Montjuïc.

MÁS PRESIÓN / Aunque la Guardia Urbana hace operaciones casi a diario, la de ayer implicó a 70 policías. «Repetiremos este tipo de acciones y haremos las que haga falta para combatir las molestias ocasionadas por estos grupos», dijo el intendente de la Guardia Urbana Carles Reyner.

El gran operativo, vistoso y que llamó la atención de casi todo el barrio, terminó con discusiones entre los vecinos a favor y en contra de la operación. Al ver la magnitud del dispositivo, decenas de vecinos salieron a sus balcones y a la calle y comenzaron a aplaudir.