RESOLUCIÓN POLICIAL DE UN HOMICIDIO

Argentina extradita al asesino de una mujer rusa en el Eixample

ANTONIO BAQUERO
BARCELONA

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Tras varios días desaparecido, acabó por contactar con su familia. En la conversación teléfonica confesó que había hecho algo muy grave, aunque no precisó qué. A los ruegos de sus familiares para que volviese, respondió: «Si vuelvo no os podré ver en mucho tiempo». Y así parece que va a ser. Porque Juan Manuel Gálvez Escabia, el hombre de 31 años que el pasado 8 de marzo asesinó a una mujer rusa en el interior de un piso del Eixample, fue extraditado la semana pasada a España por la justicia de Argentina, país al que había huido a la desesperada tras cometer el crimen.

Una vez allí, se había desplazado a la localidad de Salta, donde tenía un conocido. En esa ciudad, en un tiempo récord había conseguido iniciar una nueva vida. «Cuando le localizamos, había logrado instalarse e incluso tener un trabajo en un taller mecánico», explican fuentes cercanas a la investigación.

ESTRECHANDO EL CERCO / El presunto asesino fue precisamente detenido en su lugar de trabajo, en el pasaje de Moisés Oliva de esa localidad. El arresto se produjo después de que, según la policía del país suramericano, durante semanas se rastreara el origen de las llamadas desde Argentina recibían personas de su entorno familiar. Cada día, a través de Interpol, los Mossos d'Esquadra y la Policía Federal Argentina intercambiaban información sobre esos contactos telefónicos a fin de ir estrechando el cerco.

Antes del dónde, obviamente la labor de los agentes del Àrea Territorial d'Investigació de Barcelona consistió en establecer el quién, es decir, poder determinar la identidad del autor del brutal asesinato de María, una mujer rusa de 35 años que, en ese piso del Eixample, se dedicaba a la prostitución de lujo, una actividad con la que obtenía una media de ingresos mensuales de más de 30.000 euros.

El cuerpo de la mujer, con la cabeza destrozada, fue descubierto aún con vida por una compañera de piso de la víctima, aunque murió poco después. La investigación permitió determinar que el asesino había empleado un martillo que la víctima tenía en su casa para matarla golpeándole el cráneo.

Al investigar la vida de la víctima en busca de posibles pistas que llevaran a su asesino, los agentes descubrieron que tenía un anuncio puesto en un portal de prostitutas de lujo en internet donde constaba un teléfono móvil de contacto.

UN TELÉFONO DESAPARECIDO / Sin embargo, en el registro de la vivienda, ese móvil no apareció, con lo que los investigadores sospecharon que se lo había llevado el asesino. Eso cimentó la vía de investigación según la cual el homicida podía ser un cliente que, al llevarse el móvil, no quería que se descubriera el rastro de su llamada a la mujer para concertar un encuentro que acabaría siendo mortal. Además, la imagen del agresor, que era la primera vez que se veía con esa mujer, fue captada posteriormente por las cámaras de una panadería cercana al lugar donde se produjo el crimen.

Según fuentes cercanas al caso, el homicidio no estuvo motivado por un móvil económico o pasional. Los primeros indicios ya apuntaban que no se trataba de un robo que acabara mal o de un crimen machista. La causa de lo ocurrido fue distinta, según revelaron las pesquisas. «Cuando estaba con la chica, el hombre se enajenó, se puso extremadamente violento, perdió el control y la mató a golpes», señalan esas fuentes.