SENTENCIA DE LA AUDIENCIA DE BARCELONA

16 años para tres 'latins' por intentar matar a dos rivales

El fallo les prohíbe durante 10 años ir a Nou Barris, donde se produjo la agresión

J. G. ALBALAT
BARCELONA

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Tres miembros de la banda Latin Kings han sido condenados a 16 años de prisión por intentar asesinar a dos integrantes de la pandilla rival los Trinitarios en el barrio barcelonés de Nou Barris. En la misma sentencia, la Audiencia de Barcelona ha impuesto a otros cinco latins  un año de cárcel por asociación ilícita. A los tres principales acusados se les prohíbe durante 10 años residir o acudir al distrito donde se produjeron las dos agresiones ocurridas el 10 de diciembre del 2009.

Los magistrados de la Sección Séptima absuelven, en cambio, a una docena de jóvenes más que se sentaron en el banquillo por su supuesta participación en el ataque a los dos trinitarios, que fueron acorralados por un grupo de 30 o 50 personas de los que el tribunal ha podido identificar claramente solo a tres. Los latins actuaron por orden de sus jefes para vengar una agresión anterior a algunos de sus acólitos.

CUCHILLOS Y BATES / Así, armados con cuchillos, machetes, palos, bates de béisbol y llaves de rueda, los condenados se dirigieron a la plaza de Joan Riera, popularmente conocida como plaza de las Rajoles. Iban ataviados con gorras, sudaderas con capucha, pasamontañas y bufandas.

El grupo se dividió las labores para agredir a dos trinitarios que se encontraban en la plaza. Mientras la mayoría de los jóvenes «ejercía de masa de acoso», sostiene el tribunal, Bryan Johan M. se abalanzó sobre las víctimas para apuñalarlas. Edil Marcelo M. y Jofre Javier R. formaban parte de la «masa de acoso, portando ambos un bate de béisbol». Las dos víctimas recibieron multitud de golpes y fueron acuchilladas en «zonas anatómicas vitales». Los jueces detallan que los Latins Kings, con una estructura jerarquizada y piramidal, «fomentaban el uso generalizado de la violencia física» frente a los que consideran sus enemigos, infringían castigos a los disidentes y organizaban ataques, llamados «caídas», a pandillas rivales.