JUICIO CON CONFORMIDAD EN LA CONDENA

19 años y medio de prisión para un ladrón de burdeles

J. G. ALBALAT
BARCELONA

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En 14 días robó en seis prostíbulos de Barcelona. El sirio Mohamed Kabalan Islam primero contrataba los servicios sexuales de una profesional y, después, se llevaba la recaudación amenazando al personal con una pistola. El fiscal le exigía inicialmente y de forma provisional 28 años de prisión, pero ayer le rebajó la petición a 19 años y medio de cárcel, tras admitir el imputado las acusaciones y conformarse con esta pena, a la que será condenado.

El juicio duró pocos minutos y ni los testigos (la mayoría personal de los prostíbulos) tuvieron que declarar, a pesar de que estaban presentes en las inmediaciones de la sala de vistas. Y es que el acusado admitió los hechos relatados por el fiscal en su escrito de acusación y se conformó con la pena de 19 años y medio que finalmente le solicitó. Un acuerdo bueno para él, a pesar de su reincidencia, y que le permitirá cumplir solo 10 años y medio de prisión, según fuentes jurídicas. Es decir, el triple de la pena mayor, que es de tres años y seis meses de cárcel. La indemnización a las víctimas es otro cantar, pues se deberá averiguar si el imputado puede desembolsarla.

Kabalan, que ya había sido condenado con anterioridad por tres robos con violencia e intimidación, empezó a actuar contra los prostíbulos el 22 de septiembre del 2010. El primero que asaltó estaba en un apartamento de la Gran Via de les Corts Catalanes, donde Rosa y Elena se dedicaban a atender los requerimientos sexuales de los clientes.

LAS AMENAZAS / El acusado mantuvo relaciones con una de las prostitutas y, después, empuñando una pistola, exigió al personal del establecimiento que le entregaran dinero y joyas. Con el arma apuntó a las profesionales del sexo, a las que también amedrentó verbalmente con expresiones como «ahora va a subir mi hermano que está medio loco y os va a violar y os va a matar porque aquí hay poco dinero». Al final, se llevó unos 450 euros.

Cinco días después, Kabalan, según la acusación pública, repitió la misma acción en otro inmueble de la calle de Aragó. Sin embargo, en este caso llegó a pagar a la prostituta con la que mantuvo relaciones sexuales, aunque, posteriormente, esgrimiendo la pistola, se apropió de 455 euros que había en una caja fuerte y 70 más de otra de las mujeres que trabajaban allí. Antes de abandonar el piso les advirtió: «No llaméis a nadie, no llaméis a la policía, y después de cinco minutos llama a tu jefa, que mis primos están abajo...». Y se fue rápidamente. Esta operación, y de forma similar, la repitió en otras cuatro ocasiones hasta el 5 de octubre del 2010.

En la tarde de este día, Kabalan entró en un prostíbulo de la calle de Floridablanca e intentó robar, pero una de las empleadas arrojó el dinero por la ventana y el acusado huyó. Instantes después, fue detenido por los Mossos que vigilaban el apartamento. Los agentes confiscaron al detenido , que está en la cárcel, la pistola y 390 euros.