RELEVO EN LA SEGUNDA CIUDAD DEL BAIX LLOBREGAT

El alcalde de Sant Boi renuncia al cargo en favor de Lluïsa Moret

Bosch es el tercer edil metropolitano del PSC que abandona la alcaldía este mandato

Jaume Bosch.

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EL PERIÓDICO
BARCELONA

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El alcalde de Sant Boi, Jaume Bosch, anunció ayer a través de una carta dirigida a todos los empleados municipales que renuncia al cargo. A poco más de un año de las elecciones municipales, el PSC suma un nuevo relevo al frente de una alcaldía del área metropolitana y añade así más incertidumbre sobre el mapa político del que históricamente ha sido su principal feudo. La concejala de Bienestar y Ciudadanía, Lluïsa Moret, relevará a Bosch en el despacho de la alcaldía en un pleno municipal extraordinario previsto para el próximo 10 de mayo.

En las últimas elecciones municipales, el PSC ya se batió en retirada en Barcelona, Badalona y Castelldefels. Desde entonces, por distintas razones de fondo, a medio mandato han dejado el cargo en manos de otros compañeros de partido los alcaldes de Sant Adrià de Besòs, Jesús María Canga, y Gavà, Joaquim Balsera. Bosch se suma ahora a la lista, con el plus de que Sant Boi, con 85.000 habitantes, es la segunda ciudad más poblada del Baix Llobregat, por detrás de Cornellà.

En su carta de despedida, el aún alcalde asegura que los motivos de su renuncia son estrictamente personales. No obstante, no es ningún secreto que Bosch era una pieza atípica dentro de la arquitectura metropolitana del PSC. Antes de su paso a la política, primero como independiente en las listas socialistas, era miembro destacado del consejo de administración de la ya extinta Caixa Penedès.

ACCIDENTE MORTAL / Sus orígenes, pues, eran bien distintos a los de sus alcaldes vecinos. Pero su mayor disonancia y desencuentro con el partido, al que terminó por afiliarse, se acrecentó por la discutida gestión política que realizó del terrible accidente ocurrido en la ciudad en enero del 2009, cuando cuatro niños murieron al derrumbarse una estructura en el campo de béisbol.

Encaró aquel suceso como una calamidad de la naturaleza inevitable. Arreciaron las críticas. En las elecciones municipales del 2011, tal vez comenzó a pagarlo. En aquellos comicios perdió la mayoría absoluta y comprobó cómo Sant Boi se convertía en uno de los municipios catalanes en los que con más fuerza entraba la xenófoba Plataforma per Catalunya, con tres concejales sentados en el pleno.