DECLARACIONES DE LOS ENCAUSADOS

El agresor de la Diagonal se grabó en otras gamberradas violentas

MAYKA NAVARRO / BARCELONA

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La patada por la espalda a una barcelonesa de 48 años en la avenida de la Diagonal no era la primera agresión que Mario García Montealegre se grababa en vídeo. Ayer, su compinche de gamberrada, el amigo que le acompañaba de juerga el pasado 22 de febrero y que se encargó de registrar con la cámara de su móvil la agresión, declaró en la comisaría de Talavera de la Reina, en Toledo. Y aseguró que no era la primera vez que Mario García, el agresor, se grababa cometiendo actos similares. «Le gustaba hacer este tipo de bromas y grabarlas», dijo a la policía.

Al terminar su declaracion, en la que como Mario García asumió la autoría de los hechos y mostró su «bochorno y arrepentimiento», el joven quedó acusado de una falta de vejaciones injustas. En los próximos días se verá si a esa acusación se le suma otra por una falta de lesiones, en cuanto la policía y el juzgado se hagan con el parte de lesiones y la declaración de la víctima, que el fin de semana pasado denunció en una comisaría de los Mossos.

La declaración del autor de la grabación, cuya identidad no ha trascendido y que abandonó la comisaría con el rostro ocultó bajo su americana, coincide con las afirmaciones que en el día de ayer realizaron varios amigos de Mario García. Estos aseguraron que el joven, recién licenciado en Administraciones Públicas en la Universidad Complutense de Madrid, tenía esa costumbre de hacer bromas pesadas o violentas, grabarlas en vídeo y colgarlas en su cuenta de Facebook e Instagram.

En cualquier caso, para los policías de la Unidad de Investigación Tecnológica el caso ya no tiene más recorrido. «Se trata de una falta de vejaciones a la que se podrá sumar otra por lesiones. Y por lo que nos han contado, el resto de vídeos pueden ir en este mismo sentido», contó el inspector jefe Roberto Fernández, quien recordó que el imputado dedicó los últimos días a eliminar y borrar toda la información de sus cuentas de Twitter, Instagram y Facebook. «Un juez podría pedirnos que intentáramos recuperar el material que difundía en sus perfiles de las redes sociales. Pero lo dudo».

'WHATSAP'

Lo que si han aclarado ya los investigadores es que ni Mario García ni su amigo, que estaban pasando el fin de semana en Barcelona, compartieron el vídeo en las redes sociales. Es decir, tras grabarlo lo intercambiaron en Whatsap, en un grupo de varios amigos. Y de ese primer grupo, el vídeo fue saltando de móvil en móvil hasta llegar el pasado fin de semana a los diarios digitales. Este detalle es importante de cara a las imputaciones, ya que ninguno de los dos jóvenes hizo una difusión masiva de las imágenes de la agresión.

Mario García permaneció todo el día de ayer encerrado en casa de sus padres, en el barrio del Pilar de Talavera de la Reina, de donde no salió. Su padre, un conocido empresario de la zona, contó el martes a El Mundo, desolado, que le costaba reconocer a su hijo en las imágenes de la agresión y que él, como padre, asumía su parte de responsabilidad. «Haremos lo que tengamos que hacer», dijo. Y repitió lo que le había contado su hijo. Que estaba bebido y que no sabía lo que hacía. «No creo que le queden ganas de volver a repetirlo», aseveró el policía.