DISCURSO DE LA ALCALDESA

Colau carga en la ONU contra la respuesta de Europa y España a la crisis de los refugiados

Ada Colau, durante su intervención en la ONU sobre la cumbre Habitat III.

Ada Colau, durante su intervención en la ONU sobre la cumbre Habitat III. / periodico

IDOYA NOAIN / NUEVA YORK

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Dónde se dicen las cosas es a veces tan importante como lo que se dice o, al menos, multiplica la trascendencia del mensaje. Hablar, además, con un tono y un contenido que no es usual en el escenario de un discurso puede ser recibido como un soplo de aire fresco. Las dos cosas las ha conseguido este lunes en su primera intervención ante Naciones Unidas, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que ha cosechado aplausos y felicitaciones con una intervención en la que ha cargado con contundencia contra Europa en general y contra el Estado español en particular por la "profundamente vergonzosa" respuesta política a la crisis de los refugiados y en la que se ha atrevido, además, a recordar a la ONU que no está exenta de la "fortísima crisis de legitimidad" que aqueja a instituciones a todos los niveles, percibidas por la ciudadanía como "muy lejanas porque demasiadas veces se ponen excusas burocráticas y no se da respuesta a las necesidades más básicas”.

Invitada a intervenir en Nueva York como representante de las ciudades europeas en una asamblea informal que prepara la cumbre Habitat III, que en octubre aspira a aprobar en Quito (Ecuador) una agenda urbana para la próximas décadas, Colau ha aprovechado su oportunidad y ha ido mucho más allá de la defensa del papel de las ciudades. Le ha pedido a la ONU que "ayude a convencer a los estados de Europa a cambiar radicalmente la políticas que se están haciendo" para gestionar la crisis de los refugiados que, ha dicho "no son propias de ciudades y estados que quieran ser del primer mundo y ejemplo de democracia y de derechos humanos".

NO SON LOS RECURSOS, ES EL MIEDO

"No podía venir a Naciones Unidas sin llamar la atención sobre esta crisis", ha explicado después la alcaldesa barcelonesa en un encuentro con la prensa. "Miles de personas están muriendo innecesariamente de forma absolutamente injustificada en el mar Mediterráneo. Están pasando todo tipo de penurias en nuestras fronteras. Y esto lo está haciendo Europa no por falta de recursos sino por miedo". "Capacidad tenemos", ha dicho en otro momento, "lo que falta es voluntad política".

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Colau ha recordado en su discurso que Barcelona, como otras muchas ciudades españolas y europeas, se ha ofrecido a ayudar. Y luego en sus declaraciones a los periodistas ha cargado contra los estados que están rechazando esa ayuda. "En el caso del Estado español es especialmente grave porque nosotros hemos hecho varias propuestas pero la respuesta ha sido siempre que no", ha recordado Colau, que ha subrayado que de las 17.000 personas que España se comprometió a reubicar de momento solo han llegado "18 o 19"

"El dilema que tenemos no es si acoger o no acoger, es si hacerlo bien o hacerlo mal", ha dicho también Colau, que ha recordado que los estados europeos tienen compromisos internacionales con los que deben ser coherentes. "Europa se fundó para decir nunca más a la deshumanización y al horror al salir del nazismo y de la segunda guerra mundial y si quiere tener futuro y legitimidad como proyecto político es el momento de demostrarlo, se está mirando al espejo", ha apuntado.

LA MAREA EN LA CALLE 42

Ese no ha sido el único mensaje alto y claro que Colau ha dejado en Nueva York y con ella han llegado también a la sede de la ONU en la calle 42 reclamos por “cambiar radicalmente los valores y prioridades que han imperado en las últimas décadas de neoliberalismo salvaje” o la conversación sobre la marea de movimientos ciudadanos que está retando a los sistemas e instituciones tradicionales en todo el mundo, que ha definido como “una de las noticias más positivas y esperanzadoras de los últimos años”. “Tenemos unos ciudadanos que cada día nos recuerdan que debemos hacer más y que lo debemos hacer mejor y no hay que olvidarse que esa es la base de la democracia: una ciudadanía exigente, comprometida, a la que las instituciones debemos escuchar y obedecer”, ha dicho Colau en su discurso, en el que ha mencionado desde a los zapatistas hasta el 15-M o la primavera árabe.

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“Todas las instituciones, desde las locales más pequeñas hasta la ONU, tenemos que plantearnos que estamos en un punto de inflexión”, profundizaba luego ante la prensa. “Se han hecho grandes conquistas que no hay que despreciar pero está claro que en el mundo global la democracia formal no es suficiente. Ha habido procesos de especulación financiera de escala global que han puesto en jaque nuestras economías, el proyecto igualitario de nuestros países y nuestras ciudades, y está claro que hay que revisar el modelo de gobernanza global”. 

“Es momento de ser valientes”, ha dicho. “No hay que tener miedo a llamar a las cosas por su nombre, ni de la movilización ciudadana. Se está pidiendo más y mejor democracia y son un maravilloso síntoma que no podemos dejar escapar. La ciudadanía está diciendo que quiere corresponsabilizarse de la mejora del sistema democrático y lo que no podemos hacer las instituciones es tener miedo de esa ciudadanía, bunkerizarnos y darles la espalda. Es momento de abrir las instituciones, de contar con los ciudadanos”.

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