"Consolidaremos un eje social con Madrid"

-¿Qué le parece que Artur Mas diga que quizá tiene otras prioridades antes que devolver al ayuntamiento lo que la Generalitat le adeuda?

-Me inquieta que sus palabras den a entender que da un uso partidista a un dinero que no es suyo, sino de todos los ciudadanos. Entiendo que hay problemas económicas, y podemos ir juntos a Madrid a pedir soluciones. Pero lo primero es reconocer cuánto se debe. Otra cosa es que Barcelona ponga facilidades para cobrar la deuda. Se puede pedir colaboración, pero con respeto.

-¿Si usted y Carmena son alcadesas de Barcelona y Madrid, prevé que ambas ciudades se reencuentren en un eje social? ¿Cómo casaría con el proceso independentista?

-Confío en que Carmena sea alcadesa y eso consolidará un eje no solo social, sino de revolución democrática que se está produciendo en Barcelona, en Catalunya, en el Estado, en el sur de Europa y que espero que vaya más allá. No tiene porqué haber ningún problema con el eje nacional. Carmena se ha expresado a favor del derecho a decidir. No tiene que haber contraposición entre territorios. Otra cosa es entre poderes fácticos.

-¿Peligra la subvención municipal a la Fórmula 1?-- Revisaremos la subvención porque no nos parece prioritaria. Lo es mucho más conceder 4.500 becas comedor que no se han dado. Nos parece bien que se haga la competición, pero antes también se hacía sin que el ayuntamiento pusiera fondos.

-¿Vetará la inversión de Four Seasons en el edificio del Deutsche Bank? Trias defiende el incentivo económico que supondría. ¿Y la marina de lujo del Port Vell?-El incentivo económico está por ver. Hay que hacer un balance de cómo revierten en la ciudadanía inversiones como esta o como la de la marina de lujo. Estudiaremos el proyecto, pero para modificar el PGM debe haber por ejemplo alquiler social y no solo generación de plusvalías.

-¿Y el proyecto del Morrot?-No es necesario un barrio nuevo cuando tantos necesitan inversión.

-¿Qué hará en Can Vies?-Hay que retomar el diálogo con el barrio de Sants. Hay que reconducir la situación, que no era conflictiva hasta que hubo una situación violenta por un derribo. El proyecto de Sants se puede modificar, y se puede hablar de realojo de Can Vies, pero mediante el diálogo.

-¿Usted será quien restrinja la circulación de coches en la ciudad?-Hay que hacer una apuesta por racionalizar su uso. No se trata de hacer una política contra el coche. Lo que no tiene sentido es que suponga el 25% de los desplazamientos, ocupe el 60% del espacio y cause 3.500 muertes prematuras en el área metropolitana [por el efecto de la contaminación]. Tenemos un problema de movilidad, de contaminación y de salud. Hay que poner orden: apostar por la bicicleta, conectar mejor los carriles bici. Mejorar la red de transporte público, la conexión del tranvía, que la L-9 llegue a Marina-Zona Franca.

-Es evidente que ha habido actuaciones contrarias a los derechos humanos y que hay que intervenir. Muchas de esas anomalías han sido en Ciutat Vella. Sobre los antidisturbios, hay un número desproporcionado de agentes.

-¿Sustituirá a los responsables y algunos agentes de la Guardia Urbana de Ciutat Vella?

-¿Renunciará al coche y la escolta?- Cuando no hay urgencias, es importante que un alcalde sea usuario del transporte público, como de la sanidad pública. Es el mínimo exigible. En cuanto a la escolta, hasta que no sepa cuáles son las amenazas, si son reales o hipotéticas, dependerá de la situación.

-Usted cobrará la mitad que algunos técnicos a sus órdenes.-Los cargos electos lo tienen que ser por vocación. Con un salario digno. En esta ciudad la mitad de la gente cobra 1.000 euros o menos. Es momento de exigir ejemplaridad.

-¿Cobrarán usted y sus concejales 2.200 euros limpios de forma lineal?

-Sí.

-¿Y los socios?-Se tendrá que plantear. Queremos reducir salarios y eliminar las dietas para todos. Pero sin la mayoría, tendremos que buscar el consenso.

-La Sagrada Família trabaja sin permiso de obras. ¿Se lo exigirá?-Todos tienen que cumplir las mismas reglas, y si hay que hacer excepciones tiene que ser de forma pública y tienen que motivarse. Lo que no puede ser es que el ciudadano de a pie, el pequeño comerciante, tenga que pagar todos sus impuestos y luego un gran propietario como la Iglesia Católica tenga exención de IBI y carezca de permiso de obras. Es inadmisible en una ciudad democrática.