EL INSÓLITO CASO DEL DISTRITO SEXTO DE SANTA COLOMA

9.984 españoles, 3.032 chinos, un suizo y, en el Fondo, paz

La mezcla  La boca de metro de Fondo, el pasado lunes, como siempre ejemplo de la mezcla de culturas.

La mezcla La boca de metro de Fondo, el pasado lunes, como siempre ejemplo de la mezcla de culturas.

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Teresa Castellví preside la asociación de comerciantes del barrio colomense de Fondo. Solo por eso ya valdría la pena recabar su opinión. Pero es que además nació en el barrio y, por edad, ha vivido las dos grandes olas migratorias de Santa Coloma. En cierto modo representa a la minoría, pues en Fondo solo un 14,9% de la población tiene un 100% de adn colomense. Son más los nacidos en cualquier otra parte de Catalunya y España (un 40%) y más aún los nacidos en el extranjero (un 45%). Con todo, la minoría, no sin dificultades, ha logrado que las normas de convivencia que gobiernan las calles de Fondo sean mayoritariamente las suyas. ¿Cómo?

«A los que llegan al barrio, si se les explican las cosas, casi siempre las entienden. Así de fácil. Lo que no hay que hacer jamás es ir a recibirles con un palo». Explicado así, hasta parece simplón, pero llevarlo a la práctica requiere más paciencia y sabiduría de la que en principio parece.

Durante la ola migratoria de los años 50 y 60, Castellví reconoce que el idioma y la religión que profesaban los inmigrantes facilitó en parte el trabajo, pero entonces en las tareas de integración el papel de la administración era residual. Ahora la lengua y la cultura son a veces un obstáculo, pero desde hace años el ayuntamiento -recuerda la alcadesa Núria Parlon- tiene operativos 365 días al año a 10 mediadores sociales que llevan a cabo una«labor silenciosa»pero, vistos los resultados,«sumamente eficaz». Son un minúsculo ejército que tanto sirve para que sijs, chinos y marroquís comprendan y cumplan, por ejemplo, las normas municipales de reciclaje de basuras, como para intuir cuándo y dónde puede haber un conato de incendio social.«Que nadie se confunda. Si hay un local que causa problemas, el ayuntamiento no duda en actuar, pero incluso en esos casos actuamos con la misma discreción con la que trabajan los mediadores sociales, sin alardes», añade Parlon.

El barrio de Fondo, en resumen, puede fotografiarse desde distintos ángulos. Viven allí 9.984 españoles, 3.032 chinos, 815 marroquís, 786 paquistanís..., y, si se mira con lupa la imagen captada, incluso un suizo. Esa, la fría estadística, es una forma de retratar el barrio. Otra es que en la junta de la asociación que preside Castellví, por ejemplo, hay un comercante paquistaní y otro chino. No son parte de ninguna cuota. Es tan solo como funciona el barrio.

De hecho, es su potente vida comercial la que ha facilitado a fin de cuentas la integración. Es el segundo distrito con más comercios de toda la ciudad. La singularidad es que en Fondo no extraña que la directora de una oficina bancaria sea de origen chino o que los sijs paguen religiosamente (si es que se puede usar esa expresión) las luces de Navidad.