La precariedad de una comunidad vulnerable

7.700 ancianos esperan plaza en una residencia geriátrica en BCN

Una señora junto a la flamante residencia de la manzana de equipamientos de la Alchemika, en Camp de l'Arpa.

Una señora junto a la flamante residencia de la manzana de equipamientos de la Alchemika, en Camp de l'Arpa.

HELENA LÓPEZ
BARCELONA

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El propio alcalde, Xavier Trias, calificó la cifra en el pleno municipal del pasado 9 de mayo de «lamentable» y «muy grave». La lista de espera de personas mayores para obtener una plaza pública en una residencia geriátrica en la capital catalana es de 7.700 personas. Número que todavía resulta más lamentable y más grave, siguiendo con la definición del edil, al lado de otra no menos lamentable realidad: en la capital catalana hay dos flamantes residencias públicas construidas y cerradas por desinterés de la Administración. Una en el barrio de la Prosperitat, en Nou Barris, terminada desde el 2011, y la otra en el Camp de l'Arpa, en Sant Martí, cuyo edificio lleva el mismo tiempo levantado, en su caso esperando a que se acabe el interior.

Pese a que las dos residencias encalladas sumarían solo unas 200 plazas, algo menos, en realidad --100 en la Prosperitat y 93 en el Camp de l'Arpa—, con lo que de abrirse hoy mismo, seguirían quedando 7.500 personas en espera, tener dos flamantes residencias cerradas en dos barrios populares en el contexto de crisis económica actual enerva al vecindario. «No entendemos que el ayuntamiento por un lado alardee de superávit e invierta en reformar la Diagonal o el paseo de Gràcia, y por el otro permita que se den estas situaciones injustas en los barrios», apunta Josep Ferràndiz, vicepresidente de la asociación de vecinos de la Prosperitat. Según los compromisos adquiridos en la última reunión mantenida entre la combativa entidad (que en estos años ha organizado infinitas acciones denunciando la situación), el municipio y la Generalitat, el compromiso de esta -responsable última del equipamiento- es que entre en funcionamiento el primer trimestre del 2015.

En la Prosperitat se toman el compromiso con pinzas por tres motivos: porque ya no se fían (no es la primera, la segunda ni la tercera fecha que les dan y no se cumple); porque el compromiso es abrir una parte de las plazas, no el equipamiento entero, y, por último, porque no les hace ninguna gracia que se haga coincidir la reivindicada y tantas veces postergada apertura con las elecciones municipales.

El sentir popular sobre la otra residencia encallada, la de la manzana de equipamientos de la Alchemika, es similar. «Hereu prometió que en el 2010 estarían todos los equipamientos en funcionamiento. Estamos ya a mediados del 2014 y aquí seguimos», recuerda Miquel Catasús, portavoz de la asociación de vecinos del Camp de l'Arpa, entidad que la semana pasada organizó una acción de protesta.

El municipio se escuda en que la responsable de estos centros es la Generalitat y responde de forma escueta que las obras de la Alchemika se han retomado se espera que se terminen en el 2015 (no se aventura a hablar de su entrada en funcionamiento), y que la Prosperitat abrirá en el primer trimestre del 2015. Sin más explicaciones. Sobra decir que no hay intención de proyectar ningún centro más para dar respuesta a las 7.500 plazas que faltarán cuando, finalmente, los dos eternos equipamientos pendientes abran puertas.

AUTONOMÍA // El ayuntamiento apunta que su política no va dirigida a abrir residencias, «muy caras de mantener», sino a atender a los mayores en sus casas, algo que, a su entender, es más económico y más adaptado a las preferencias del colectivo. Su objetivo es, aseguran, «mantener al máximo posible la autonomía de las personas mayores y promover, con todos los medios y a través de todos los recursos posibles, que puedan seguir haciendo su vida en su casa». Es decir, el municipio no apuesta por las residencias -algo obvio-, sino por atender a la gente mayor en casa. Contratacan la información sobre la lista de espera geriátrica con la de otra lista mucho, pero mucho, más amable. «El ayuntamiento ha eliminado durante este mandato las listas de espera de los principales servicios municipales de atención a las personas mayores a domicilio», subraya el municipio.