La Audiencia condena al metro por falta de vigilancia en la L-1

La justicia reclama más vigilancia y seguridad en el metro. En una sentencia de la Audiencia de Barcelona hecha pública ayer por la muerte de un hombre por una puñalada y múltiples agresiones en la estación de Avinguda Carrilet (L-1), se condena a Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) como responsable civil subsidiario «por infringir el deber de velar por la seguridad de los viajeros». El homicidio ocurrió en la madrugada del 22 de febrero del 2009, tras un incidente y una posterior pelea multitudinaria entre dos grupos de jóvenes latinoamericanos.

La Sección Tercera de la Audiencia condena al ecuatoriano Joffre Armando Carrillo a 15 años y a indemnizar con 200.000 euros a la familia de la víctima, el boliviano Franz Renato Pérez, de 58 años. Otros cinco jóvenes que participaron en la agresión han sido condenados, uno a dos años por herir al fallecido en la cabeza con una botella de cristal rota.

El fallo afirma que Avinguda Carrilet no tiene vigilantes a pesar de estar en una zona conflictiva por la existencia de discotecas que causan una gran afluencia de viajeros los fines de semana por la noche.

FERROCARRILS SÍ CONTROLA / Los jueces cuestionan que TMB traslade la mayoría de guardias de la L-1 a Marina y Fabra i Puig y deje en el resto de la línea a una única pareja de retén con apoyos móviles. A las 6.14 horas cuando se inició la agresión, «había un solo empleado en la taquilla» de Avinguda Carrilet, aseguran.

Los jueces afirman que las víctimas tuvieron que pedir ayuda a vigilantes de la contigua estación de los Ferrocarrils, que actuaron de elemento disuasorio cuando la disputa fue en ese vestíbulo. Pero al volver al metro, la reyerta se reprodujo y ocurrió el apuñalamiento mortal.