Encontrado un yacimiento del neolítico en la Gardunya

Hace 6.000 años el Raval estaba poblado por ganaderos y agricultores que vivían en pequeñas cabañas. Las mujeres se arreglaban con pulseras de piedras que obtenían en las minas del vecino Gavà y collares de piedras volcánicas, posiblemente conseguidas en el Pirineo. Una de esas primeras barcelonesas, acicalada de esa guisa, ha sido encontrada a más de tres metros de profundidad en los trabajos arqueológicos preventivos que se están realizando en la plaza de la Gardunya, motivados por las obras de ampliación del aparcamiento suburbano y la nueva urbanización de la plaza, ubicada justo detrás de la Boqueria.

La excavación, dirigida por Alberto Velasco, pretendía encontrar la secuencia de ocupación de este sector urbano, como los restos del antiguo convento de Jerusalem, y topó con sorpresa con «un entierro prehistórico, seguramente perteneciente a una mujer adulta que fue enterrada según los rituales propios del neolítico, en posición fetal y acompañada de una urna», apunta Ferran Puig, jefe de arqueología del Museo de Historia de Barcelona (Muhba).

«El esqueleto conserva ornamentos personales líticos y de hueso. Una pulsera de variscita y un collar de esteatita con un colgante de colmillo de jabalí», detalla Velasco, quien asegura que el hallazgo no afectará a las obras del aparcamiento, ya que los trabajos arqueológicos ya estaban previstos, al ser una zona rica.

Estos restos serán ahora trasladados pieza a pieza a dependencias del Muhba, para proseguir con las obras. «Se preservará todo lo que se pueda preservar. Lo más difícil de conservar con el traslado serán los huesos, pero haremos todo lo que esté en nuestras manos. Además, y por lo que pueda pasar durante el traslado, el CSIC está estos días haciendo un escáner del enterramiento en tres dimensiones con un aparato de alta precisión, para tener un documento gráfico que reproduzca el hallazgo con el mayor detalle posible.

RIQUEZA DEL PLANO / El director del Muhba, Joan Roca, destaca la importancia del hallazgo, ya que «confirma la riqueza de la prehistoria del sector del Raval, y en concreto del momento neolítico antiguo, que ha dado muestras suficientemente importantes desde la zona más próxima a Sant Pau del Camp hasta esta última localización, más próxima a la Rambla», asegura Roca, quien se plantea, en un plazo de dos o tres años, una ambiciosa exposición con todo el material del neolítico del llano de Barcelona.