RESACA DE LA MOVILIZACIÓN ANTISISTEMA EN BARCELONA

Puig proclama «el fin de impunidad» de los okupas

Dos mossos sacan a un ocupante de los multicines Laietana, tomados el sábado tras la manifestación.

Dos mossos sacan a un ocupante de los multicines Laietana, tomados el sábado tras la manifestación.

EL PERIÓDICO
BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El debutanteconsellerde Interior, Felip Puig, sacó ayer pecho por el desalojo exprés de los multicines Laietana la noche del sábado, tomados por un numeroso grupo antisistema al finalizar la manifestación popular contra los recortes de las pensiones. El colectivo pretendía instalar allí el cuartel general para los preparativos de la huelga convocada por la CGT para el 27 de enero, como ya hicieran en septiembre en la antigua sede de Banesto de la plaza de Catalunya. «El desalojo demuestra que en Catalunya se ha acabado la impunidad», sostuvo, orgulloso, Puig, quien pasó toda la noche en el centro de control. El colectivo okupa, por su parte, juzgó ilegal la actuación policial y denunció «el regreso a las tácticas represivas del PP».

En la primera gran prueba de fuego que encaraba la Conselleria d'Interior tras el regreso de CiU al gobierno, los Mossos d'Esquadra activaron la madrugada del domingo un amplio despliegue policial para desalojar sin incidentes ni detenidos el edificio, en una operación en la que se identificaron a los 418 ocupantes. De estos, 178 ya habían sido identificados en acciones similares, 13 eran anarquistas, 39 independentistas y 126 antisistema. El 15% de los identificados eran extranjeros, con predominio de los ingleses, franceses e italianos, según informaAntonio Baquero.

Según Puig, las más de 400 personas que tomaron el edificio pretendían repetir lo ocurrido en la huelga general del 29 de septiembre y convertir la toma de un edificio en una forma de «provocación y alteración» del orden público cara al paro convocado para el 27 de enero por sindicatos minoritarios.

«Esta vez no lo hemos permitido, y podemos decir que a partir de ahora se ha acabado la impunidad para los que piensan que ocupar propiedades privadas y alterar el orden público forma parte del paisaje de Catalunya», insistió ayer Puig.

Elconsellerdestacó que «todo funcionó correctamente», ya que en primer lugar se localizó al propietario del edificio, luego se presentó la correspondiente denuncia y posteriormente se informó al juzgado de guardia. «La provocación disgregadora y crispadora no se ha salido con la suya», celebró Puig, quien afirmó que los Mossos actuaron y seguirán actuando de forma «discreta, pero contundente».

Por el contrario, los colectivos antisistema denunciaron que la actuación de los Mossos fue ilegal, ya que, a sus ojos, no podían efectuar un desalojo exprés -dentro de las 24 horas siguientes a la usurpación-, dado que un reducido grupo de activistas llevaba instalado en el edificio desde el martes. Los antisistema alegan que la acción del sábado no constituía una ocupación, sino una asamblea. Además, un dirigente de la CGT denunció que la policía infiltró a agentes disfrazados de activistas, que intentaron provocar «situaciones de tensión».