Negocio lucrativo para despedir el año

Hoteles y restaurantes disparan la oferta de galas de Fin de Año en BCN

PATRICIA CASTÁN
BARCELONA

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Muchos ya prescinden de las uvas, pero en cambio han convertido la Nochevieja en un motivo de gala, autohomenaje y hasta despilfarro; otros simplemente se han acostumbrado a celebrarla en otro país y han elegido Barcelona para disfrutar a lo grande. El caso es que unos y otros han propiciado una oferta mayor que nunca de cenas, galas y fiestas de Fin de Año, que se han convertido en un lucrativo negocio para muchos restaurantes, hoteles y discotecas locales. La tendencia apunta a que cada vez más personas celebren esta noche fuera de casa. Y en la capital catalana pueden disfrutar de un ágape festivo por entre 20 euros (en la opción gastronómica ofrecida, por ejemplo, por un restaurante chino) hasta el superlujo de un hotel como el Arts, que este año cobrará 372 euros por persona en su restaurante Enoteca.

ÚLTIMA HORA / La pregunta es si la apabullante oferta tendrá la suficiente respuesta, en tiempos de crisis, ya que además son muchos los que se deciden a última hora. El presidente del Gremi de Restauració de Barcelona, Gaietà Farràs, destaca que el sector ha hecho un esfuerzo por elaborar propuestas atractivas y asequibles para tratar de «cerrar el año mejor de lo que ha ido hasta ahora». Y aunque empieza a ver algunos síntomas de recuperación, es cauto en la respuesta del público local. Farràs tiene claro que es la fecha (dentro del periodo navideño) en que más se visitan los restaurantes.

A esta clientela creciente hay que sumar el boom turístico como gran detonante de otro fenómeno: la eclosión de decenas de propuestas de cena más gala en hoteles. Jordi Clos, presidente del Gremi d'Hotels de Barcelona, apunta que hace unos años solo los de lujo realizaban estos montajes, mientras que ahora incluso los de cuatro estrellas han desplegado un alud de iniciativas. Los más lujosos, o mejor dicho, sus restaurantes, son quienes firman algunas de las opciones más sibaritas de Barcelona. Como la mencionada del Arts, que incluye un sofisticado aperitivo, más tentaciones como el caviar, los bogavantes, la lasaña de trufas, mero y cordero; o la del Bravo del Hotel W (foie, ostras, caviar, lubina, arroz de pato, capón con cigalas...) por 220 euros; la del Juan Carlos I, con jamón Joselito, trufas, cangrejo real y demás por 268,5 euros, previa a una fiesta ochentera, y un sinfín de opciones más, que incluye la celebración en la terraza ahora cubierta del Hotel Claris, tras su cena de gala. Los precios, pese a que puedan asustar a más de un consumidor, tienen tirón. Fuentes del Arts indican que tanto el Enoteca como el Arola (cuyos asistentes se sumarán después a la fiesta con orquesta en el salón Gaudí) prevén llenar, mientras que las propuestas del Mandarin (Blanc -delicatessen variadas más cotillón hasta las tres por 300 euros-) y Moments -cena por 360-) ya casi se han completado, como sucede en otros casos.

Fuera del gran lujo y de los restaurantes más glamurosos de la ciudad (entre 200 y 300 euros), muchos otros hoteles proponen cenas por unos 150 euros (como Le Meridien) y hasta con menús infantiles, y posteriores fiestas hasta el amanecer.

Aunque los hoteles prevén alcanzar en torno al 95% de ocupación, indica Clos, los viajeros -básicamente franceses, italianos y españoles (estos últimos tienen a Barcelona como segundo destino preferido por Nochevieja según una encuesta de hotel.info)- no son los únicos clientes. El hotelero destaca que las 60.000 personas alojadas estarán «de fiesta» y por puro turismo, pero igualmente cada vez son más los barceloneses, como en el caso del Arts, que disfrutan de una gala a lo grande. Los establecimientos, de hecho, hacen paquetes que permiten incorporar una noche de alojamiento a la cena por un precio más reducido de lo común.

En la línea media de restaurantes de unos cien euros el cubierto (como los que ilustran el gráfico) el éxito está casi asegurado en el caso de locales conocidos y con clientes fijos de años, o con reclamos como el de la noche de singles (solteros y separados) que organizan entidades como Friensteam en el World Trade Center.

La crisis se ha dejado notar también en una tromba de menús asequibles, que por entre 30 y 50 euros permiten una cena con cava y vinos incluidos para despedir el año en restaurantes más sencillos o caseros.