TENDENCIA SOCIOLÓGICA EN LA CAPITAL CATALANA

Los clubs de 'singles' conquistan a miles de barceloneses

Una de las excursiones de Friendsteam de fin de semana, en Aiguafreda, el pasado mes.

Una de las excursiones de Friendsteam de fin de semana, en Aiguafreda, el pasado mes.

PATRICIA CASTÁN
BARCELONA

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Son una legión de solteros, separados, divorciados y viudos. Cada vez más numerosos y, sobre todo, con menos complejos. Les conecta la palabra single, que denota no solo un estado sino un estilo de vida. En Barcelona cada vez son más activos socialmente gracias a los incontables grupos especializados que han surgido en los últimos años y a la proliferación de las redes sociales que facilitan su interacción en internet. Los clubs de singles congregan ya a miles de barceloneses y despliegan gran cantidad de cenas, fiestas y salidas semanales.

Con la crisis, se han convertido en un colectivo deseado para locales de ocio y restaurantes. Su perfil es variado, pero en general los grupos organizados están integrados por personas de 25 a 65 años. No existen datos sobre el volumen del colectivo en Barcelona, pero el hecho de que los hogares unipersonales ya sean los más numerosos de la ciudad (más de 195.000) da una idea de su auge. Otro tanto sucede con la cifra de divorcios (ver despiece), que siguen creciendo y aúpan a Catalunya al segundo puesto entre las comunidades con más rupturas.

Esta situación genera un creciente colectivo de personas sin pareja que buscan nuevos modos de relacionarse, no tienen tiempo para conocer a personas en su situación de forma habitual y no se conforman con los riesgos de los impersonales chats. Semejante coyuntura provocó la irrupción de los primeros clubs de singles hace unos años, que han ido consolidándose, con la particularidad de que ahora generan una hiperactividad social que alegra muchos negocios locales. Y es que sus encuentros son semanales y sus integrantes no dejan de renovarse.

El más antiguo no solo de Barcelona, sino de España, friendsteam.com, cuenta en su base de datos con 18.000 inscritos en Catalunya (la mayoría en la capital catalana), a los que informan semanalmente de numerosas actividades para todos los gustos. Unos se van y otros llegan. Y algunos vuelven. «A veces dejan el grupo porque encuentran pareja, pero luego lo dejan y regresan», explica su artífice, Gavi Tarragona. El especialista en márketing empezó montando fiestas para amigos y luego descubrió el boom del fenómeno en Estados Unidos y lo importó. Pero fue la palabra single, que tomó fuerza en el 2004, lo que dio impulso a este colectivo, ya que sorteaba connotaciones con ciertos prejuicios como «solterón» y separado, y normalizaba una forma de vivir sin pareja.

Barcelona no ha logrado la enorme movilización de impares (otro eufemismo) de Madrid, por el simple hecho de que allí la gente sale más y gusta más de interrelacionarse. Pero su agrupación también genera un gran pastel de negocio y servicios y, sobre todo, una forma de conocer gente y retomar la vida social tras una ruptura, o bien cuando el resto de amigos ya está emparejado. Tarragona insiste en que los clubs no son «agencias matrimoniales», sino formas de hacer amigos y tal vez hallar pareja, aunque en la mente de muchos esté esa motivación. Friendsteam, uno de los clubs más serios, supervisa todos los encuentros para garantizar el buen funcionamiento de los grupos.

Apuntarse es gratis, como la mayoría de las actividades. Los fines de semana hay cenas y salidas; los miércoles, encuentros para charlar y hacer amigos en el bar Pablo Moreno; cada 15 días, hay excursiones por Catalunya; los domingos, tardes de baile en la disco Trauma, y periódicamente, viajes por todo el mundo. Su perfil de edad es tan variado que ahora han creado solosinglesclub.com para menores de 39 años, aunque el nivel social es medio y alto. Sus fiestas de Nochevieja han llegado a concitar a mil personas.

SUPERVISIÓN / Tanto él como Gary Walker, psicólogo y creador de Singles Barcelona (singlesbcn.com), alertan de la proliferación de grupos orquestados desde internet, pero donde el asociado debe quedar por su cuenta o bien acude a encuentros sin que ningún organizador supervise el grupo, lo que genera algunos problemas. De hecho, Walker ha creado una larga lista negra de exparticipantes a los que no acepta porque bebieron demasiado, acosaron al resto, consumieron drogas o resultaron problemáticos.

Desde singlesbcn.com también hay gran oferta de actividades, incluso con hijos, con propuestas semanales para practicar idiomas en bares de la ciudad. Como otros colectivos, también frecuentan locales como Otto Zutz, Quartier, Trauma, Velvet y una larga lista a la que acceden gratis, ya que la crisis que afecta al ocio nocturno los beneficia como público regular. En unos y otros grupos surgen parejas y matrimonios.

Otro tanto sucede en un grupo muy singular, el de Dir Singles, con 2.500 inscritos entre los clientes de la mayor cadena de gimnasios de la ciudad. «Son gente sana y con la garantía de que todos son clientes de los que tenemos datos», explica Mónica Clarte, responsable de sus actividades. El grupo más numeroso es de 35 a 45, pero también crecen el de los más jóvenes y el de los que superan los 50. «Lo que más triunfa son las fiestas», explica, tras el éxito de la celebrada, con 400 personas, en el Hotel Me. Sus socios también tienen carnet con descuentos, para dejar claro que ser single tiene ventajas.