EL DÍA DE LAS ELECCIONES AL PALAU

Dimite el tesorero del Orfeó Català por discrepancias sobre los pagos

Pau Durán rechaza que se autoricen trasacciones con una sola firma

EUROPA PRESS / Barcelona

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El tesorero del Orfeó Català, Pau Durán, ha presentado esta mañana su dimisión al presidente en funciones de la institución, Josep Maria Busquets, porque 16 meses después que se descubriera el desfalco de Fèlix Millet asegura no disponer de los mecanismos para desempeñar su cargo, garantizar a los socios la correcta gestión económica del Palau y tener controlados todos los pagos y transacciones que se realizan.

En una carta, Durán --que fue investigado por el expolio y el juez dictaminó que no intervino en las actividades irregulares-- relata que en la junta celebrada este martes recomendó no aprobar las cuentas anuales de la entidad, ya que le fueron entregadas ya formuladas, tan solo un día antes y sin garantías necesarias por parte de la Fundació de cubrir los déficits del Orfeó.

"Este año no he podido participar como tesorero en la formulación de las cuentas del Orfeó; las encontré hechas un día antes de la presentación a la Comisión Económica, que se celebró una hora antes de la junta directiva en la que se propuso su aprobación; igual que en la época de Millet", explica en la misiva.

Desencuentro sobre los pagos

El otro gran punto de desencuentro entre Durán y la hasta hace poco presidenta, Mariona Carulla, y director general, Joan Llinares, es la autorización para firmar los pagos y transacciones económicas realizadas por la institución. Según Durán, el director general puede ordenarlos sin la firma del tesorero.

"Como dije en la junta directiva, estoy en total desacuerdo con este procedimiento y no cuestiono la honorabilidad del señor Llinares", asegura.

Y continua: "Me siento engañado por la presidenta y el director general. O los poderes que se otorgaron para administrar el dinero, en septiembre del 2009, no eran mancomunados (operar conjuntamente) sino solidarios (operar indistintamente), o se ha cambiado el criterio sin la aprobación de la junta directiva".  Durán considera que esto es una falta de transparencia que se suma al hecho de que Llinares puede hacer pagos y transacciones sin la autorización del tesorero del Palau y sin la doble firma, tal y como acordó la junta directiva que dio los poderes a Carulla y Llinares en 2009.

Además, el tesorero lamenta que cuando él habló con Llinares sobre esta cuestión, éste le contestó que como tesorero "sólo era responsable de lo que firmaba". "¿Es que puede que haya pagos que no conozco?", cuestiona en la carta, en la que añade que no entiende la reticencia a que un tesorero pueda ejercer las funciones estatutarias.