Entrevista CON EL LÍDER VECINAL DE BADALONA

Àngel Vendrell: «Los barrios pobres ya ven al inmigrante como una amenaza»

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DAVID PLACER
BADALONA

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Tras 16 años en la asociación de vecinos de Artigues, un barrio de Badalona con un alto índice de inmigración, deja su papel de líder vecinal. Ha montado una auténtica escuela de integración en la que enseña catalán y castellano a unos 400 inmigrantes.

-¿Por qué se va?

--Ha habido falta de empatía con el ayuntamiento. No reconocen los problemas de convivencia y conflictos sociales que vive el barrio.

-¿Qué tipo de conflictos?

-Algunos inmigrantes no están acostumbrados a pagar gastos de escalera y generan roces. Hay sobreocupación y se han creado redes para explotar a esta gente.

-También se han detectado vecinos que ocupan casas ilegalmente para luego hacer negocio y alquilarlas. ¿Hay alarma en el barrio?

-Sí, muchos ya no se quieren ir de vacaciones por miedo a que le ocupen la casa. Entran cuando no hay nadie y luego alquilan ilegalmente a familias inmigrantes que no están preparadas para vivir en una ciudad. Hemos vivido años con el fenómeno de la inmigación pero es ahora cuando está comenzando a generar crispación.

-¿Por qué ahora?

-Porque los barrios pobres ya ven al inmigrante como una amenaza para sus puestos de trabajo. Los ven como una competencia desleal porque aceptan condiciones que alguien autóctono no aceptaría.

-¿Qué Badalona es más real: la del conflicto social que usa el PP para su campaña o la de los notables encantados de vivir en ella?

-Ninguna de las dos. Es verdad que hay conflictos en la calle y si esto no se resuelve puede producir brotes de xenofobia. Pero esto es algo que está pasando en toda Europa.

-¿Han dado frutos 16 años de trabajo vecinal?

--Sí, he ayudado a mucha gente, pero lo que más me ha dado satisfacción es acercarme a los inmigrantes para que entiendan la realidad a la que han llegado, explicarles cómo deben convivir. Y también ayudar a los que no tienen ni para comer.

-Muchos creen que las asociaciones de vecinos ya no representan a nadie. ¿Eso pasa en Artigues?

--Tienen razón. Las asociaciones de vecinos deben dar un giro radical para acercarse más a la gente. Se han convertido en apéndices de los ayuntamientos. Pero eso aquí no ha pasado. Yo he dado la cara siempre. Si al final no pude resolver algún problema no fue por falta de voluntad, sino por no tener las mejores relaciones con el ayuntamiento.

-Es decir, que los vecinos lo ven como un dirigente valiente, pero poco efectivo para arreglar problemas.

--Sí, tal vez esa es la visión que tengan. Que soy muy peleón, que doy la cara y lucho por ellos pero que al final ya no puedo conseguir mucho.

-También ha tomado decisiones contrarias a la mayoría, como apoyar una nueva mezquita. ¿Le pueden acusar de no representarlos?

--La apoyé a pesar de las 5.000 firmas en contra. Creo que hay que dar a los recién llegados unas mínimas condiciones que nos permitan lograr con ellos una buena convivencia.