Debate sobre un sector económico clave en la capital catalana

BCN quiere que empresas privadas financien la promoción del turismo

Seis de los 70.000 turistas que visitan a diario la capital catalana, ayer por la tarde, en la plaza de Catalunya.

Seis de los 70.000 turistas que visitan a diario la capital catalana, ayer por la tarde, en la plaza de Catalunya.

HELENA LÓPEZ / BARCELONA

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Que si Barcelona quiere mantener los 70.000 visitantes diarios que recibe necesita una mayor inversión en promoción turística es algo que tanto los empresarios del ramo como el ayuntamiento de la ciudad tienen clarísimo. El debate está en decidir quién debe asumir ese gasto. Después de enervar sobremanera a sus colegas insinuando la necesidad de establecer un impuesto turístico -tasa que se cobraría a los turistas en la factura del hotel- el presidente de Turisme de Barcelona, Joan Gaspart, lanzó ayer una nueva propuesta no menos espinosa: que todas las empresas que «sacan tajada de forma directa o indirecta de la presencia de viajeros en la ciudad» colaboren también en la financiación de la promoción turística. Y puso ejemplos sobre la mesa con nombres y apellidos: AENA, el puerto de Barcelona, los gestores de autopistas y Renfe. Y otros, sin nombres, pero conocidos por todos, como los «grandes centros comerciales».

En esta ocasión, Gaspart no está solo. La petición de ampliar el número de empresas e instituciones que financian la promoción turística de la ciudad no solo cuenta con el respaldo del gremio hotelero, sino con el municipal. Es una de las propuestas recogidas en el plan estratégico de turismo de la ciudad que el ayuntamiento abortdará el próximo viernes en el pleno. En concreto, la medida de gobierno habla de «incorporar nuevos actores económicos e institucionales que permitan un mejor aprovechamiento de sinergias», y cita a modo de ejemplo al puerto, al aeropuerto, a Fira de Barcelona y a «instituciones culturales de relevancia», sin más detalles, aunque el calendario de ejecución previsto para este punto de la medida es el periodo 2010-2011.

UN IMPUESTO EN EL AIRE / Pese a que el sector hotelero -menos el también hotelero Gaspart- se niega de forma rotunda, la posible implantación de un impuesto turístico sigue viva, como se refleja en el citado plan estratégico y como declaró ayer el primer teniente de alcalde, Jordi William Carnes, sentado junto al hotelero en el almuerzo organizado por el Club de la Prensa Turística en el Hotel W para debatir sobre el tema.

Carnes se refirió a la creación del fondo económico Turismo y Ciudad como «una herramienta para dotar a la metrópoli de una mayor y más estable capacidad financiera en lo que se refiere a la promoción, atención y gestión del turismo», fondo también contemplado en el laborioso plan estratégico -ha requerido dos años de elaboración y la participación de 700 personas e instituciones-, que no acaba de concretar de dónde saldrá el dinero. Es en ese punto donde se plantea la posibilidad de «considerar la viabilidad política, legal y administrativa de medidas que permitan la contribución de los turistas». O, lo que es lo mismo, se contempla la implantación de una tasa a los visitantes, «siempre que no lo hagamos solos», matizó Carnes, quien siempre ha mantenido que una medida así no la puede tomar Barcelona de forma unilateral. «Tendremos que ver cuál es el recorrido de la ley de haciendas locales, que sería el marco normativo a través del cual se podría crear ese tipo de impuesto», prosiguió. Aunque a ojos del segundo teniente de alcalde, Ricard Gomà (ICV-EUiA), el controvertido impuesto es «la alternativa prioritaria de financiación».

En ese mismo punto del plan, en el de cómo llenar las arcas del nuevo fondo, se vuelve a hablar de «fuentes complementarias a considerar», entre las que se citan aportaciones de «instituciones relevantes», como la Fira y el puerto de Barcelona.

LA GESTIÓN DEL ZOO / Además de la posible participación -económica- de otras instituciones en el consorcio y de la hipotética tasa -que de aplicarse no sería hasta después del 2012, y siempre que el futuro gobierno español considerara oportuno reformar la citada ley de haciendas locales, única vía legal para crearla-,

hoteleros y mandatarios abrieron la puerta ayer a otras vías de financiación, como «sacar rendimiento económico a la gestión turística de espacios públicos susceptibles de entrar en la dinámica de la actividad turística». Gaspart propuso la posible explotación del parque Güell -algo que hoy por hoy es inviable, ya que el ayuntamiento retiró hace un mes el proyecto que planteaba el cierre parcial del vergel de Gaudí- y del zoológico.

Y, dinero no hay, pero ideas de cómo lograrlo, muchas. El presidente del Gremi d'Hotels de Barcelona, Jordi Clos, planteó también la opción de que la ciudad pudiera quedarse con una parte del IVA que generan los turistas durante sus estancias en Barcelona.