CONFLICTO VECINAL EN LES CORTS

Las peleas con los okupas pulverizan la convivencia en la colonia Castells

Un okupa de la colonia Castells cierra su casa con una cadena, el lunes pasado.

Un okupa de la colonia Castells cierra su casa con una cadena, el lunes pasado.

DAVID PLACER / Barcelona

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La convivencia en la colonia Castells, un pequeño reducto urbanístico de los años 20 en medio del distrito de Les Corts, está herida de muerte. La escalada de amenazas, insultos y peleas entre los líderes de la asociación de vecinos de la colonia y veteranos militantes okupas ha generado enfrentamientos violentos las últimas semanas que han terminado con la intervención de la policía y la presentación de denuncias cruzadas por acoso y amenazas.

La presidenta de la asociación de vecinos, Rosa Almansa, ha denunciado a los okupas instalados en las casas desalojadas por ruidos nocturnos y molestias. Según la dirigente vecinal, su constante lucha contra estos grupos ha hecho que la acosen con ruidos nocturnos y la insulten en la calle. «Es imposible convivir con ellos», asegura. En una versión diametralmente antagónica, los okupas aseguran que la presidenta de la asociación les hace la vida imposible, presenta denuncias falsas ante la policía e instiga a su marido para que agreda a miembros del colectivo.

En lo único en que ambas partes enfrentadas coinciden es en que es prácticamente imposible restablecer la buena convivencia que en un principio mantuvieron vecinos y okupas y que incluso generó una plataforma común para oponerse al derribo de las casas. «Ya no aguanto el mal rollo que hay aquí. No salgo a la calle. Temo salir de aquí rumbo al hospital o a la cárcel», asegura un veterano okupa de la colonia Castells.

La mayoría de los viejos vecinos, que afrontan un proceso de realojamiento, prefieren mantenerse al margen de la disputa aunque reconocen el pésimo ambiente que respiran. El último incidente, hace una semana y media, terminó con un enfrentamiento por una furgoneta mal aparcada entre un miembro de la asociación de vecinos y un okupa, que terminó con intervención de la policía. Al final, el vehículo no era de ninguno de los enfrentados sino de un viejo vecino pero el episodio sirvió para aumentar los recelos.

El distrito de Les Corts dijo estar al tanto de estos conflictos y destacó que ha pedido a los desalojados que entreguen las llaves en las oficinas municipales para cortar los servicios y derribar parte del techo para evitar nuevas okupaciones.

OKUPAS «ACOSADOS» / La presidenta de los vecinos ha llegado a pedir ayuda al propio alcalde Jordi Hereu en las fiestas del barrio que terminaron ayer. Pero los okupas aseguran que ya no pueden ni pintar la casa porque reciben la visita de la Guardia Urbana. «Me quisieron detener mientras pintaba la fachada, porque la zona está afectada y no puedes hacer mejoras», asegura un okupa. Ante la presión de la asociación, algunossquattersdicen sentirse acosados y están pensando en abandonar el barrio.

La presidenta de la asociación se queja de la lentitud de los desalojos de okupas. «Si no es su casa, la policía los tiene que echar de inmediato», opina. Mientras esperan su realojo, Almansa ha instalado la sede de su asociación en una casa que también ha okupado. «Mi caso es diferente. Cuando el ayuntamiento me pida las llaves, se las entregaré sin problemas», concluye.