RECTA FINAL DE UN CONTROVERTIDO PROYECTO

El centro comercial Arenas de Barcelona abrirá en marzo del 2011

Operarios, ayer, ultimando los trabajos en la gran cúpula de madera que cubre la quinta planta del edificio.

Operarios, ayer, ultimando los trabajos en la gran cúpula de madera que cubre la quinta planta del edificio.

ROSA MARI SANZ / Barcelona

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La del futuro centro comercial Arenas de Barcelona ha sido una obra faraónica con un gran baile de fechas desde que se iniciaron los trabajos en el 2003. Entonces, el objetivo era abrir dos años más tarde. La complejidad de la construcción fue demorando y encareciendo una iniciativa que, ahora parece que sí, se inaugurará la segunda quincena del próximo marzo con todos los locales ocupados.

Es el anuncio que hizo ayer el director del proyecto, Santiago Gutiérrez, durante una visita de obras en la que se pudo comprobar que la estructura de la antigua plaza de toros ya está encarando su recta final. La previsión de la inmobiliaria Metrovacesa, propietaria del centro, es acabar en diciembre. Adecuar los locales corresponde a los operadores que se instalen en este complejo que dispondrá de cinco plantas sobre rasante más cuatro subterráneas destinadas a aparcamiento.

Actualmente, un 85% de la superficie alquilable ya está contratada, mientras que el resto se encuentra en un proceso avanzado de negociación, según explicó Gutiérrez. Entre las 126 tiendas del centro (la mayoría de las cuales empezarán sus propias obras el próximo mes), habrá firmas como Mercadona, Fnac, Mango, Blanco, Desigual, Sephora, Veritas, Punt Roma, Casa y Tous. El complejo tendrá 12 salas de cine, propiedad del grupo Balañá, y un gimnasio con balneario, operado por la cadena Metropolitan, que se situará en la cuarta planta y dispondrá de una pista al aire libre para correr alrededor de la plaza y desde la cual los usuarios podrán divisar Barcelona en todas sus direcciones.

RESTAURANTES PANORÁMICOS / Además, en la planta superior de Arenas de Barcelona, un complejo con una superficie total construida de más de 100.000 metros cuadrados, se ubicarán ocho restaurantes panorámicos con excelentes vistas, de los que dos ya tienen contrato: el italiano Rosso Pomodoro y el japonés Umi Sushi. La idea, en ese sentido, es ofrecer una «comida de mantel asequible», descartando de esta manera los negocios que ofrecen menús rápidos, según explicó la directora comercial, Guadalupe López, quien avanzó que la compañía está intentando que el resto de restaurantes sean de operadores catalanes «de reconocido prestigio».

El centro también dispone de un edificio de oficinas anexo, un inmueble de cristal con unos 4.500 metros cuadrados alquilables, situado junto a la plaza de toros, entre la Gran Via y la calle de Diputació. Esta oferta, no obstante, parece tener menos novias. A fecha de ayer no había ningún contrato cerrado, según reconoció Gutiérrez.