APLICACIÓN DE LA LEY DE MEMORIA HISTÓRICA DEL 2007

El Ministerio de Defensa retira su último símbolo franquista de BCN

La residencia de estudiantes Muñoz Grandes se llama ahora Mateo Calabro

La entrada de la residencia de Sarrià-Sant Gervasi, con la nueva denominación, el jueves.

La entrada de la residencia de Sarrià-Sant Gervasi, con la nueva denominación, el jueves.

ROSA MARI SANZ
BARCELONA

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El Ministerio de Defensa ya ha hecho los deberes en Barcelona y ha borrado el último vestigio franquista que quedaba en una de sus instalaciones. La pasada semana en la fachada de la residencia de estudiantes de Sarrià-Sant Gervasi Muñoz Grandes, en recuerdo a su fundador, el que fuera comandante en jefe de la División Azul (el cuerpo de voluntarios españoles que se unió a la Alemania nazi en la segunda guerra mundial), se instaló una placa con la nueva denominación del centro: Mateo Calabro, un ingeniero militar que fue el primer director de la Academia de Matemáticas de Barcelona.

Con esta sustitución (desde julio no había ningún cartel en la residencia), y la reciente eliminación de las exaltaciones franquistas del panteón del soldado del cementerio militar de Sant Andreu, levantado en los años 40 para enterrar a los soldados fallecidos cuando sus familias no pudieran asumir los costes, Defensa ha retirado toda la simbología franquista y de exaltación de la guerra civil, en virtud de la ley de memoria histórica del 2007. Estas dos últimas actuaciones vinieron precedidas por la eliminación de los escudos franquistas que figuraban en las fachadas de los cuarteles del Bruc, del palacio de Capitanía General y del Gobierno Militar.

ESTUDIO TÉCNICO / Pero quedará una asignatura pendiente, el desmontaje de la alegoría de la victoria franquista que está en el obelisco de la Diagonal, un trabajo que dada su complejidad aún está en estudio. En este caso la retirada corresponde al Ayuntamiento de Barcelona, al igual que la eliminación que ya llevó a cabo de los símbolos en edificios de titularidad municipal, calles, plazas y parques y jardines. Así, se borraron del mapa barcelonés el monumento a los caídos de Les

Corts, los símbolos del monumento a los caídos del Fossar de Santa Elena en el castillo de Mont-

juïc, el tributo a Primo de Rivera del Eixample y la escultura del Grupo Carlos Trias de Nou Barris. En ese marco también cambiaron el nombre de calles, como la de General Almirante (ahora Juan Gris), Ignasi de Ros (Can Ros), Pirineus Espanyols (por Pirineus), y el pasaje del Duc de la Victòria (por Francesc Pujols).

Faltan, lo que ya va a cuenta de los vecinos, placas que el Ministerio de Vivienda puso en las fincas de protección oficial que promovió en el franquismo. Según un censo del 2005 en Barcelona había unas 4.300. En el 2009 al consistorio le consta que desaparecieron 336: las pocas que se sumaron a una campaña por la cual las retiraba gratis.