OPERACIÓN ADMINISTRATIVA EN CIUTAT VELLA

Precintado el piso de citas de Carmen de Mairena

Una orden judicial prohíbe el uso de cuatro habitaciones alquiladas a prostitutas

La cantante Carmen de Mairena, asomada al balcón tras la inspección judicial, ayer en el Raval.

La cantante Carmen de Mairena, asomada al balcón tras la inspección judicial, ayer en el Raval.

DAVID PLACER / Barcelona

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Un equipo judicial de Barcelona precintó ayer cuatro de las seis habitaciones del piso del conocido personaje de televisión Carmen de Mairena en la calle de Sant Ramon, en el barrio del Raval, que eran alquiladas a prostitutas de la zona. En el 2008, una redada de los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana terminó con un expediente policial que pedía el fin de esta actividad. Pero Carmen de Mairena solicitó una orden judicial que terminó ayer con un precinto de las cuatro habitaciones destinadas a esta actividad.

La responsable del piso también recibió una multa por tolerar una actividad no permitida en una vivienda, según el plan de usos del distrito de Ciutat Vella. Carmen de Mairena, quien no quiso detallar el monto de la sanción, explicó que alquilaba las habitaciones a las prostitutas del barrio, a quien solía cobrar 10 euros por servicio pero que, con la actual crisis económica, había reducido los precios a la mitad.

OTROS CIERRES / La artista también tiene otro piso en la finca que ya había sido clausurado por el mismo motivo. En el 2002 se abrió otro expediente por utilizar esta segunda vivienda como meublé y se impusieron dos precintos judiciales por permitir este uso ilegal. El piso está cerrado y vacío, según explicaron los vecinos de la zona.

La finca donde reside Carmen de Mairena ha pasado a manos de Hacienda al morir su propietaria, según informó una vecina del inmueble. Hace pocas semanas, se requirió a todos los habitantes aportar la documentación que pueda acreditar un contrato de alquiler en regla.

Mientras el equipo judicial inspeccionaba el inmueble de Carmen de Mairena y la Guardia Urbana mantenía la vigilancia en la calle de Sant Ramon, las prostitutas continuaban captando clientes con normalidad en la calle. «Váyanse y déjennos trabajar», gritaba una mujer a los fotógrafos ubicados frente al inmueble del conocido travestido.

La prostitución en la calle de Sant Ramon continúa dominada por mujeres inmigrantes, en especial africanas y de Europa del Este. Algunas de las chicas han facilitado información a la policía, lo que ha permitido algunas acciones recientes contra las mafias de explotación sexual en el barrio del Raval.